En toda crisis es necesario atender, al mismo tiempo, a lo urgente y a lo importante. Y ocurre lo mismo en esta situación provocada por el covid. En estos meses será necesario incrementar el gasto público en apoyos a las empresas y al empleo, y repensar los ingresos fiscales. Pero, a la vez, no podemos olvidarnos de lo estratégico. Quizás no sea necesario dar un giro de 180º, pero seguramente habrá que adaptar esas estrategias al momento actual. Las crisis suelen ser una oportunidad para hacer un replanteamiento importante de las prioridades o para reafirmarnos en las mismas. Tal como apunta el presidente de Confebask en el artículo de esta página, el covid puede asimilarse a lo que pasó en Euskadi en 1983 con las inundaciones y aprovechar la pandemia para abordar una transformación competitiva de Euskadi. Una transformación de calado que dé respuesta a los grandes retos actuales: el digital, el climático y el social. Para ello contamos en el País Vasco con diferentes palancas que nos pueden permitir multiplicar nuestras fuerzas transformadoras: la solidaridad, el compromiso colectivo, la industria avanzada, el trabajo bien hecho, el liderazgo compartido, la innovación, la apertura al mundo o las inversiones ligadas a los fondos europeos ¿Seremos capaces de afrontar y aprovechar este gran desafío de País desde el acuerdo y la corresponsabilidad?