Orbea ratificó su tendencia al alza en la asamblea anual celebrada el 6 de mayo en la que, por séptimo año consecutivo, la cooperativa fabricante de bicicletas presentó un balance positivo con un crecimiento en sus ventas, después de impuestos y reconversiones, de un 20% respecto a 2021. Con este incremento, la firma alcanzó en 2022 los 400 millones de facturación, un 85% de los cuales corresponden a los mercados de exportación. El crecimiento de Orbea no sólo tiene que ver con el mercado sino que en los tres últimos años ha duplicado su plantilla que, en estos momentos, supera ya los 1.000 profesionales. El 80% de ese empleo se genera en Euskadi, si bien no pierde de vista la aceleración de la atracción de talento internacional. Las importantes dimensiones de la compañía le han permitido  abordar con éxito el reto que se marcó de ser relevante internacionalmente, convirtiéndose en una marca atractiva para ciclistas de todo el mundo. Todo ello sin perder los valores y la identidad cooperativa y fabricando desde Euskadi para todo el planeta. 
Los buenos resultados de Orbea no sólo se traducen en generación de riqueza y empleo sino que le permiten ahondar en su política de inversiones. La ampliación de capacidades de fabricación y logística, el desarrollo de soluciones tecnológicas de vanguardia e incrementar la competencia de la plantilla forman parte de los apartados a los que la firma destinará su inversión. 
Prueba del buen hacer de Orbea es que una de sus bicicletas eléctricas ha sido galardonada en la prueba anual E-Mountainbike, en la que participan 30 de las mejores bicicletas eléctricas del año. En la misma, el modelo ‘Wild’ de Orbea se llevó el premio Best in Test.