Los inicios de un ejercicio son propicios para hacer estimaciones, que no predicciones. Y en este número tenemos dos ejemplos de previsiones empresariales y de estimaciones financiero-bursátiles. En este último ámbito los analistas de tres entidades asesoras coinciden en alertar de los riesgos geopolíticos, aunque aprecian señales positivas de la mano de la recuperación. Califican de bueno el ejercicio pasado y auguran que 2015, a nivel bursátil, también será positivo, aunque con previsión de mayor volatilidad y menores rentabilidades que en 2014. En definitiva, la clave para operar en estos mercados es la información y la prudencia para no asumir más riesgos de los que se esté dispuesto a soportar, algo posible en situaciones con expectativas de rentabilidades bajas. Y la prudencia también se impone en la ‘economía real’, la más pegada a las empresas. Si hace pocas semanas Confebask estimaba que Euskadi podría crecer este año un 1,9% y crear 17.000 empleos (en esta misma página lo constata Eduardo Aréchaga), ahora ha sido Cebek quien prevé para Bizkaia un crecimiento del 1,8% y la creación de 4.000 nuevos puestos de trabajo. Todo ello –no podían faltar los condicionantes–, si las circunstancias del entorno no cambian y si las expectativas empresariales y de los consumidores mejoran. Como se ve, hay coincidencia en la precaución porque la mejoría de los indicadores es todavía escasa y se ha producido en los últimos meses por la mejora de la demanda interna. Por lo que habrá que tener cuidado porque aún podemos tener algún susto.