La Diputación de Gipuzkoa ha aprobado la licitación de las obras del complejo Adinberri, que estará ubicado en Trintxerpe (Pasaia), y supondrá una inversión de 59 millones, la más importante de la última década.

La Diputación de Gipuzkoa ha dado ‘luz verde’ a la construcción del centro “pionero” de envejecimiento saludable Adinberri, cuyas obras comenzarán a finales de 2022, con una duración prevista de 48 meses y una inversión total de 59 millones de euros. El complejo, que estará ubicado en Trintxerpe (Pasaia), contará con una innovadora residencia de mayores, un centro de día, apartamentos tutelados, una unidad de I+D ligado al envejecimiento y un parking subterráneo de 468 plazas, y se prevé que genere en torno a 400 puestos de trabajo directos e indirectos.
El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, remarcó que se trata de la “inversión más importante” realizada por la Diputación en los últimos diez años, una infraestructura con “un marcado carácter social” que responde desde “la colaboración y la innovación” al desafío del envejecimiento de la sociedad guipuzcoana.
“Adinberri se convertirá en una de las primeras residencias de nueva generación que se construirán a partir del nuevo modelo adoptado en Gipuzkoa, donde las personas mayores sientan que viven como en casa”, explicó Olano. Asimismo, según indicó, la integración de la unidad de innovación de la Fundación Adinberri en este espacio servirá para testar “nuevas soluciones y modelos innovadores de atención” que, a su vez, den lugar a “innovaciones sociales y tecnológicas”.

Nodo transformador
El diputado general apuntó que el Gobierno foral materializa “un proyecto estratégico” largamente trabajado en el marco de Etorkizuna Eraikiz y contemplado en el Plan Estratégico de la presente legislatura. “Se trata de una iniciativa transformadora para construir una Gipuzkoa socialmente avanzada, cohesionada, que garantice una protección de calidad para todas las personas, en especial para las personas mayores”, reflexionó.
En este sentido, añadió que Pasaia se convertirá en “un nodo transformador, en referencia para todo el territorio” en la transición hacia el nuevo modelo de cuidados, con el objetivo de generar nuevas soluciones e innovaciones que sirvan para “tejer una nueva economía” que dé respuestas a las necesidades de las personas mayores, en un contexto en el que, dentro de diez años, los y las mayores de 55 años alcanzarán la mitad de la población.