LUP, startup vizcaína que ayuda a ganar autonomía a las personas con dificultades para leer, a través de la conversión de texto en voz, comenzará la comercialización de su producto, una lupa inteligente de bolsillo, antes de que termine el vigente ejercicio. Así lo indica el director técnico de la firma, Eneko Calvo, quien confía en “distribuir más de 1.000 efectivos” en un plazo de cinco años.
Y es que, desde que abrió la lista de reservas, el pasado mayo, LUP ya ha superado las 300 solicitudes de producto. El grueso de las reservas corresponde al mercado nacional, “donde en los últimos meses hemos tenido bastante repercusión”, afirma, pero también le han llegado pedidos desde países como “Argentina, Alemania y diferentes sitios en el ámbito europeo”, asegura Calvo. De hecho, indica que en el país latinoamericano “la gente ha mostrado mucho interés y tenemos varias reservas”, aunque reconoce que “estamos planteando cómo hacer para poder distribuir en un país fuera de Europa, dadas las diferencias legislativas”. 
Con todo, la compañía prevé alcanzar una facturación de 600.000 euros al cierre del próximo año, una cifra diez veces superior a su inversión inicial hace dos años, derivada de “un conjunto de varias subvenciones” de instituciones vascas y la consecución de “varios premios que hemos conseguido”. “Ha sido un proceso lento y muy costoso, repleto de cambios y errores -asegura-, pero la motivación ha sido nuestro fuerte”. 

Colaboración
Ello le ha llevado a trabajar con multitud de perfiles profesionales como diseñadores de producto, diseñadores industriales, ingenieros electrónicos o ingenieros informáticos. En este sentido, Calvo indica que “la colaboración ha estado siempre en el ADN del proyecto”, por lo que LUP ha destinado “muchos de los recursos económicos a trabajar con los mejores profesionales del territorio”, afirma.

La firma cerrará 2024 con una cifra de negocio de 600.000 euros, diez veces más que la inversión inicial

De hecho, la compañía ha integrado en su producto las voces de Aholab, el grupo de investigación avanzado en el ámbito de las voces sintéticas de la UPV/EHU, lo que le va a “diferenciar dentro del mercado al incorporar el euskera”. Asimismo, en el apartado del diseño y la producción de sus lupas inteligentes, ha colaborado con un grupo de fabricación industrial vizcaíno de renombre especializado en el diseño y la producción de piezas técnicas de alta calidad.
De esta forma, LUP ha desarrollado un producto “muy fácil de usar” y dirigido a un público “muy amplio”, desde una persona de corta edad que padezca dislexia y encuentre problemas en el ámbito académico, hasta mayores con dificultades de lectura asociadas a la edad, pasando por cualquier persona que padezca alguna patología visual y que la dificultad de lectura condicione su actividad cotidiana.
Por el momento, la web es su principal vía de comercialización, siendo el plan de los fundadores de la empresa “ofrecer nuestro producto a residencias, clínicas, colegios, bancos, aseguradoras, etc.”, para lograr alianzas que “acerquen nuestras soluciones a la mayor cantidad de gente posible, pero, para también seguir desarrollando nuevas herramientas que faciliten la lectura”, concluye Calvo, que desvela que LUP ya trabaja “en nuevas soluciones tecnológicas” que espera poder anunciar “dentro de un año”.