Los accionistas de BBVA aprobaron la reelección por tres años de su cúpula directiva y el pago de un segundo dividendo en efectivo con cargo a 2021, en una Junta General marcada por la invasión rusa a Ucrania.

El Palacio Euskalduna de Bilbao fue un año más el escenario elegido por BBVA para celebrar su Junta general de Accionistas, esta vez en un formato híbrido -presencial y online-, presidido por Carlos Torres Vila quien, junto a su consejero delegado Onur Genç, veían revalidado su mandato en la cúpula del banco por tres años más.
La junta de accionistas reconocía de esta manera su gestión al frente de la entidad durante el pasado ejercicio en el que BBVA alcanzó “el mayor beneficio recurrente de los diez últimos años, 5.069 millones de euros”. En su intervención, Torres Vila hizo una primera mención a la “enorme tragedia humana” que está viviendo Ucrania y afirmó que “aunque esperamos que la recuperación continúe en 2022, la invasión aumenta de manera significativa la incertidumbre sobre la evolución de la economía global” que en su opinión redundará una reducción en el crecimiento y en un aumento de la inflación.
En este contexto, destacó que BBVA afronta la situación desde una posición de fortaleza, subrayando el significativo incremento de la remuneración al accionista, cifrado en 31 céntimos de euros por acción, y que alcanzará los 5.500 millones de euros.

El presidente de la entidad habló también de la capacidad del banco para seguir creciendo y de aprovechar las oportunidades que brindan la innovación y la sostenibilidad, las dos grandes tendencias que están definiendo el futuro, sin olvidar la digitalización, ámbito en el que BBVA es uno de los grandes artífices dentro del sector y que supone una ventaja competitiva que “nos permite entrar en nuevos mercados y brindar a nuestros clientes canales cómodos, sencillos y accesibles”. Al mismo tiempo, recordó que si bien las oficinas siguen siendo un “canal fundamental para el asesoramiento” la entidad seguirá esforzándose en que los beneficios que aporta la digitalización lleguen a todos, también a las personas mayores o con necesidades especiales, por lo que seguirán trabajando “para no dejar a nadie atrás”.
Torres se refirió también a la estrategia de sostenibilidad del Banco, con objetivos intermedios de reducción a 2030 en sectores intensivos en emisiones de CO2 que dejará de financiar totalmente en 2030 en países desarrollados.