GUÍA DE LA INNOVACIÓN EN EL PAÍS VASCO 2024 Los nuevos ingredientes modernizan la carta
- GERMÁN MELERO (Guía de la Innovación 2024)
- 14-Enero-2025
Trabajadores del centro Esneki, que promueve las explotaciones lácteas, en plena faena.
Las tecnologías más innovadoras como entrante, la apuesta por la sostenibilidad de segundo plato y, de postre, las tendencias más saludables, completan el menú de un sector agroalimentario con toda su cadena de valor en clara reconversión.
La agroalimentación mira al futuro con una idea firme encima de la mesa: la innovación forma parte de un menú que se compone de ingredientes tecnológicos, sostenibles y saludables. Así avanza el ámbito de la alimentación y bebidas, lo mismo que el resto de actividades que completan el macrosector agroalimentario: desde la agricultura, pasando por la pesca y ganadería, hasta la alimentación.
Alimentarse de cualquier manera es una opción ya descartada por una amplia mayoría de la sociedad actual, que mira al futuro con la intención de innovar a la hora de llevarse la comida a la boca. Se trata de uno de los sectores que más barreras está rompiendo y su vocación se entiende como transformadora, en busca de una buena salud, y con la conciencia medioambiental como requisito indispensable.
Se trata de una evolución que durante los últimos años ha cogido velocidad y que, además, afecta a toda la cadena de valor en la industria. Y es que la actividad no sólo consiste en la ingesta, que al fin y al cabo, es el final del proceso. Antes hay que atender, por ejemplo, a la producción de alimentos, que no tiene nada que ver con la tradicional, igual que todo el desarrollo de certificación de seguridad y calidad, envasado, etiquetado, transporte, y por supuesto, el consumo anteriormente mencionado. La inteligencia artificial y la innovación tecnológica han cobrado un protagonismo máximo en todo este proceso.
En un territorio con una cultura gastronómica tan arraigada como Euskadi, era cuestión de tiempo que la Administración Pública diera nuevos pasos para contribuir al creciente desarrollo tecnológico que existe en el sector. En este sentido, la creación de un departamento específico de alimentación en la estructura del Gobierno vasco ha sido recibida con satisfacción por los agentes de la industria. El avance pone de manifiesto su relevancia en la CAV, sin ninguna duda.
El Gobierno vasco contribuye a que el avance de la innovación alimentaria sea constante a la par de creciente. En base a ello, el entonces Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente organizó a principios de año un encuentro sobre transferencia e innovación alimentaria, dando cuenta de que el sector constituye una de las principales líneas de investigación dentro de la estrategia de especialización inteligente RIS3 Euskadi. Este programa europeo trabaja en ámbitos como la nutrición personalizada según ‘targets’, el envejecimiento saludable, el desarrollo de nuevas fuentes alternativas o la robótica, y tecnificación en equipos de alimentación.
La creación de un departamento específico de alimentación en la estructura del Gobierno vasco pone de manifiesto la relevancia del sector en Euskadi
Ejercer como altavoz de las empresas vascas del sector y ser un eje transmisor es el doble objetivo que se marca Basque Food Cluster, tal y como aseguró su director, Jon Ander Egaña, en una reciente entrevista concedida a ESTRATEGIA EMPRESARIAL. “El último informe de nuestro Observatorio Estratégico, la herramienta con la que realizamos una vigilancia del entorno para identificar las oportunidades sectoriales, señala como tendencias de mayor impacto el impulso a la sostenibilidad, la creciente importancia de la salud ligada a la alimentación, tanto para un envejecimiento saludable como para los más jóvenes (la denominada generación ‘wellness’), la aceleración tecnológica y digital, y la atracción y fidelización de talento”, diseccionó Egaña.
Hacia un nuevo consumo
El sector alimentario es consciente de que las demandas se dirigen hacia nuevos hábitos, cada vez más interiorizados en los ‘estómagos’ de los consumidores. Las empresas apuestan por la recopilación de datos y las tecnologías más punteras para adaptar los productos a las necesidades. Cada usuario tiene sus gustos particulares, y según los expertos, la demanda gira en torno a la salud, el sabor, la sostenibilidad. Este auge ha propiciado que los alimentos alternativos se vuelvan cada vez más prioritarios. Ejemplo de ello son los ‘plant-based’, creados a base de proteínas vegetales, los hongos, las algas o la carne sintética o de laboratorio.
Una empresa de referencia en la oferta de carne sintética, la navarra Cocuus System Ibérica, sigue ganando notoriedad y este año ha firmado una alianza con la tudelana Foody’s. Este acuerdo les consolidó como dos de las compañías de desarrollo, industrialización y comercialización de productos ‘plant-based’ procedentes de bioimpresión 3D más vanguardista de todo el panorama internacional. Fruto de esta colaboración, han desarrollado la primera planta a escala industrial de bioimpresión de alimentos ‘plant-based’ del mundo, equipada con las impresoras de Cocuus, en las instalaciones de Foody’s. La primera referencia que se produjo fue el beicon 100% vegetal y se puso a la venta en más de 400 tiendas de Carrefour España.
También la firma biotecnológica Cocoon Bioscience, ha abierto la primera planta a escala industrial en el mundo que fabrica proteínas recombinantes utilizando insectos en forma de crisálida como biorreactores naturales de bajo coste, para suministrar reactivos a la incipiente industria de terapias y vacunas mRNA, secuenciación génica y carne cultivada. Este nuevo método es más natural, escalable y accesible en comparación con el tradicional de fermentación con bacterias, donde se utilizan biorreactores de acero inoxidable.
La carne cultivada es una alternativa que entra de lleno en los parámetros más rigurosos de la sostenibilidad. La producción ganadera actual contribuye de manera significativa al calentamiento global, debido al metano generado por los animales y, en esta línea, la carne cultivada podría eliminar enfermedades relacionadas con la ingesta de carne de origen animal. Además, se calcula que en 2075 habrá 9.000 millones de personas en el planeta Tierra, por lo que sería insostenible producir alimentos con el método tradicional.
Food 4 Future 2024
En este contexto, las empresas más novedosas de la industria alimentaria se reunieron en abril de este año en Bilbao para descubrir y analizar los retos a los que se enfrenta el sector. Como no podía ser de otra manera, las intenciones innovadoras estuvieron encima de la mesa y formaron parte del menú. De la mano de 482 expertos de la industria alimentaria a nivel mundial, Food 4 Future organizó e identificó, junto a la colaboración del equipo de innovación tecnológica de AZTI, una serie de tendencias que pueden marcar por dónde pasará la alimentación en los próximos años.
Así, Food 4 Future dio importancia a poder avanzar hacia el modelo europeo de explotaciones agrícolas, más eficientes y productivas, con mayor colaboración del sector privado, algo que permitirá fortalecer la competitividad de las compañías españolas. La industria alimentaria, asimismo, se enfrenta a desafíos sostenibles como la gestión eficiente del agua y la energía, y la necesidad de descarbonización para alcanzar cero emisiones netas. Para cumplir objetivos como minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero, optimizar los materiales de envasado, mejorar la ecoeficiencia en los procesos productivos y fomentar el reciclaje en todo el ciclo de vida de los productos, los proveedores resultan fundamentales, así como las prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles, junto con cadenas de transformación de alimentos más eficientes y la minimización del desperdicio alimentario. Otras tendencias que marcarán el futuro en el ámbito del ‘agri-food tech’ son la fermentación de precisión, las tecnologías de eficiencia, la excelencia operacional o la visión artificial industrial para detectar defectos de calidad, entre otras, por lo que la aplicación de nuevas tecnologías se antoja capital. Monitoreos en tiempo real, modelos preventivos, trazabilidad desde la granja hasta la mesa, y envases y etiquetas inteligentes para asegurar la calidad de los alimentos ya envasados son revolucionarios métodos que se presentaron en la feria. Sin olvidar la computación cuántica, que está captando una gran atención en el ámbito de la innovación.
La creciente preocupación por una alimentación saludable también fue objeto de análisis en F4F2024. Ante el desconocimiento generalizado en la sociedad sobre los sistemas de etiquetado, o el eterno debate acerca de los alimentos procesados, existe la convicción de que una comunicación trasparente en los envases ayudará a los consumidores a tomar decisiones informadas al respecto. En este sentido, las nuevas normativas de los envases cambian el paradigma, y el sector se encuentra en estos momentos inmerso en grandes desafíos impulsados por las nuevas leyes contra el desperdicio alimentario y los envases, que impactarán en el ecodiseño, la tendencia hacia la reutilización y el aumento del material reciclado, entre otras cuestiones. Por último, se abordó el aumento de la sostenibilidad y la eficacia de la logística, ya que la eficiencia de la cadena de suministro es muy importante. En este punto, la tecnología permite una mayor producción y volumen, una flexibilidad más amplia, y más trazabilidad, algo que repercute en el aumento de negocio para las empresas del sector. Por este motivo ya se están aplicando soluciones de inteligencia artificial, robótica, automatización o ‘blockchain’.
Dentro del marco de Food 4 Future 2024, las firmas Ecolumber, Delicass y Paturpat, se proclamaron ganadoras de los Premios a la Innovación Alimentaria de Euskadi. Los galardones, organizados por Basque Food Cluster y AZTI, tienen como fin reconocer la labor, las buenas prácticas, el esfuerzo y la contribución innovadora de empresas en toda la cadena de valor de la industria alimentaria vasca. Por un lado, Ecolumber se llevó el tributo en la categoría de Innovación en Proceso por su producto Air Nuts. Se trata de un innovador snack de frutos secos que ha revolucionado el sector tras cuatro años de investigación y desarrollo gracias a una tecnología patentada. Por su parte, Delicass recibió el premio a la Innovación en Producto Alimentario por su línea de patés completamente vegetales. Es una alternativa exenta de alérgenos prevalentes y respaldada por certificaciones que afirman su dedicación a la calidad y seguridad alimentaria. Por último, Paturpat fue distinguida en la categoría de Innovación en Mercado por la introducción de la patata V gama, lista para el consumo. Este producto no solo ofrece conveniencia y beneficios para la salud a los consumidores, sino que también aborda la problemática del desperdicio alimentario, revalorizando productos nutritivos descartados por no cumplir estándares estéticos.
A seguir investigando
Basque Culinary Center lidera EDA Drinks & Wine Campus, un innovador proyecto formativo creado el pasado 2023 para impulsar el sector de las bebidas y el vino, integradas en la alimentación. Será este próximo 2025 cuando el centro se ponga en marcha y, por lo tanto, cuando su vocación innovadora empiece a ver la luz. Tanto el Gobierno vasco como la Diputación de Álava promovieron un proyecto ideado para fomentar el desarrollo económico y social de Euskadi, y en el que hay cabida para el amplio mundo del líquido, no sólo el vinícola: cervezas, kombuchas, tes, bebidas destiladas, sin alcohol… Todo entra en el ‘universo’ de EDA.
Los alimentos alternativos, como los creados a base de proteínas vegetales, los hongos, las algas o la carne sintética, son cada vez más prioritarios
El proyecto penetra en una fase decisiva, ya que la Diputación de Álava destinará ocho millones de euros a la construcción en 2025 de las dos sedes del centro, que estarán ubicadas en Vitoria y Laguardia (Rioja Alavesa). Así las cosas, EDA avanza en su senda de adoptar una perspectiva abierta, como estrategia precursora que es. No en vano, busca transformar el sector vinícola y demás bebidas aportando un valor diferencial a las empresas en áreas como la viticultura y agronomía, elaboración, gestión, comercialización, hospitalidad y diseño de negocios.
La investigación alimentaria en Euskadi tiene en Neiker y AZTI a dos de sus primeros espadas. Y es que AZTI ha impulsado proyectos por un valor superior a los 150 millones de euros. En esta línea, cabe destacar la construcción de una biorrefinería en Zambrana (Álava) para fomentar la economía circular y valorizar subproductos de origen vegetal y del sector vinícola, en colaboración con la empresa local UVA. Entre sus múltiples aportaciones a la economía y sociedad vascas, las líneas de investigación de AZTI desempeñan un papel tractor en la contribución a la mejora de la salud de las personas, al desarrollo sostenible y la protección del medioambiente, pensando en las generaciones futuras.
Por su parte, el centro tecnológico Neiker, especializado en ofrecer soluciones tecnológicas para el sector agroalimentario y forestal, ha celebrado este año su 25 aniversario, facilitando su transformación mediante la innovación tecnológica. Actualmente, está centrado en apostar por el ‘agritech’ o alta tecnificación del sector para mejorar su competitividad, eficiencia e impacto ambiental. También fomenta prácticas de agricultura regenerativa y ecológica, más respetuosa con el medio ambiente. A la vez, utiliza herramientas biotecnológicas para mejorar alimentos y hacer mejorar la genética animal para que las razas locales sean más productivas. Todas estas soluciones las transfiere al sector.
Las estrategias innovadoras van de la mano con la reconversión que está protagonizando el sector. De modo que también se puede destacar la puesta en marcha del proyecto Esneki Zentroa, el centro lácteo de Euskadi para apoyar a las pequeñas y medianas explotaciones lácteas, promoviendo la modernización, sostenibilidad y competitividad en el sector. Por su parte, Leartiker ha llevado a cabo Lekaleak, plan enfocado a la valorización de harinas de legumbres locales para el desarrollo de productos ‘plant-based’.
LOS ROBOTS COLONIZAN EL CAMPO
El primer sector se ha abierto a las nuevas demandas de la sociedad. Concretamente, la agricultura es un ámbito que se encuentra dando pasos con ese espíritu de reinventarse en pleno auge, gracias, a su vez, a las ayudas que necesita y que recibe por parte de las administraciones. La apuesta por la mecanización, robotización y tecnificación del campo marca las pautas en esta especie de revolución agrícola en la que las máquinas ‘colonizan’ el terreno. Un claro ejemplo de innovación es la mano que tienden los robots que se diseñan para trabajar en la siembra, el riego, la cosecha y el control de plagas. A su vez, la automatización se hace un hueco en las granjas, ya que es un sistema basado en datos meteorológicos y sensores de suelo, todo un avance para gestionar los espacios agrícolas. Con el propósito de que el agro en Euskadi siga modernizándose, el departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca ha convocado las ayudas Handitu Innova para el desarrollo tecnológico del primer sector. El Gobierno vasco, por lo tanto, invierte en innovación para reducir costes directos de producción y mejorar la productividad del trabajo. Con este impulso también se busca evolucionar en el desarrollo sostenible de la explotación agroganadera, pretendiendo a su vez mejorar el entorno natural, las condiciones de higiene y los niveles de bienestar animal. Con esta versión de ‘agricultura 4.0’ se alinea la alavesa Laraontech, firma que ha decidido dedicarse a ofrecer soluciones innovadoras basadas en la tecnología IOT. Se trata de una empresa que predica con el ejemplo de la sostenibilidad en el campo, utilizando sensores para medir temperatura y humedad de la atmósfera, PH, conductividad o la calidad del aire, fenómenos imprescindibles para que la tarea en el campo sea productiva.
INVERSIONES EN EL MAR Y EL BOSQUE
El ámbito de la pesca y acuicultura sigue el mismo patrón de encaminar sus actividades hacia las nuevas tecnologías, la buena salud y a respirar un medioambiente sano. El departamento de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca ha presentado su programa de actuación para el periodo 2024-2028, que incluye entre las inversiones previstas 20 millones de euros para el dique de abrigo del puerto de Mutriku (Gipuzkoa); fábricas de hielo en los de Ondarroa y Bermeo; y un carro varadero en esta última localidad vizcaína. Además, el Gobierno vasco apoyará la fusión de las organizaciones pesqueras de bajura de Gipuzkoa y Bizkaia en una única asociación. Estos movimientos facilitan que el mundo de la pesca entre en una nueva fase de su política de desarrollo. Asimismo, el centro de referencia AZTI está impulsando en la comarca de Oarsoaldea (Gipuzkoa) seis nuevas empresas especializadas en la economía azul con alcance en electrificación de barcos, buques autónomos, plataformas marinas, bioproductos marinos y productos pesqueros de quinta gama. Este polo de economía azul tiene la intención de fomentar la actividad económica y el desarrollo social mediante la promoción de una explotación más sostenible de los mares y sus recursos. La vizcaína Zunibal, empresa puntera en el desarrollo de soluciones tecnológicas para la pesca sostenible y el monitoreo marino, aplica la inteligencia artificial en la captura de atún y adopta la metodología ‘lean manufacturing’. Por su parte, el grupo catalán Balfegó, se ha unido a AZTI en Itsas Balfegó, un proyecto piloto de engorde de atún rojo en jaulas sumergibles en el Cantábrico, situadas a tres millas de Getaria.
El ámbito forestal también está siendo objeto de inversiones con tal de que esté a la altura de las exigencias saludables, poniendo el foco en el diagnóstico, la epidemiología y el control de las enfermedades. Así, el centro de investigación Neiker ha presentado los primeros resultados del proyecto Euskobasoa 2050. Entre los objetivos del plan están aumentar la salud forestal, impulsar la calidad de la madera y mejorar la genética del pino radiata, el más abundante en Euskadi.