La mayoría de los ahorradores ha mantenido su perfil de riesgo en los últimos dos años.

El 64% de los inversores particulares del País Vasco invierte en fondos, lo que los sitúa como el producto de ahorro e inversión más popular entre los clientes bancarios, muy por delante de los depósitos (36%) y los planes de pensiones (26%). Casi uno de cada cuatro ahorradores invierte directamente en renta variable y el 21% cuenta con algún tipo de activo inmobiliario como inversión o ahorro. Esta es una de las principales conclusiones extraídas de un estudio elaborado por EFPA España entre sus miembros certificados en Euskadi para analizar el sentimiento de los inversores y clientes en el escenario de crisis actual, derivado del covid-19.
La rentabilidad, el riesgo y la comprensión del producto son, por este orden, los principales elementos que tienen en cuenta los ahorradores vascos antes de contratar un producto financiero determinado, por delante de la liquidez y los temas fiscales.
Preocupa la crisis
En el escenario actual, el 61% de los clientes bancarios de la comunidad ha mantenido su perfil de riesgo, mientras que el 34% ha adoptado un perfil más conservador para proteger su capital, aun asumiendo menores probabilidades de obtener mayores rentabilidades, en un contexto de tipos bajos prolongados en el tiempo. El 5% restante está optando por estrategias más agresivas para aprovechar las oportunidades de inversión que pudieran surgir.
Según la encuesta de EFPA, siete de cada diez ahorradores (71%) tienen en este momento como principal preocupación la irrupción de una crisis financiera grave, antes que perder su trabajo (21%) o ver afectados los rendimientos de sus inversiones (4%).
Solo un 5% de los asesores financieros está detectando que, en los últimos meses, el grueso de sus clientes está deshaciendo posiciones de sus inversiones, pero un 29% sí circunscribe esta tendencia entre los clientes de perfil más conservador. En todo caso, el 74% de encuestados tiene una preocupación alta o muy alta sobre sus inversiones en las circunstancias actuales.
La encuesta pone de manifiesto que la capacidad de ahorro del cliente vasco es alta como también lo es su nivel de cultura financiera, “como demuestra el hecho de que una mayoría no haya cambiado su perfil de inversión en el momento actual.