Los siete clústeres de salud operativos en la actualidad en el Estado español, entre los que se encuentra Basque Health Clúster (BHC), reactivaron a finales del pasado año, con la pandemia en claro retroceso, su colaboración en una reunión de coordinación en la que diseñaron su estrategia para impulsar la actividad de las empresas del sector. Junto a BHC, participaron en el encuentro las agrupaciones Arahealth (Aragón),  Bioga (Galicia), Bioval (Comunidad Valenciana), Clúster Saúde de Galicia (Galicia), Clúster de Salud Mental de Cataluña (Cataluña) y Clúster de Soluciones Innovadoras para la Vida Independiente (Castilla y León). En su conjunto, suman un total 600 socios, cuyas empresas agregan un empleo de 219.000 personas y una facturación de 39.000 millones de euros. La crisis sanitaria generada con motivo de la pandemia del covid-19 obligó a estos clústeres a reducir su actividad colaborativa presencial aunque se mantuvieron las acciones en remoto. 
Entre los servicios que estas agrupaciones prestan destacan la gestión integral de ayudas de I+D+i, tanto a nivel nacional como internacional, la gestión de ‘living labs’, la introducción de la biotecnología en la cadena de producción de otros sectores industriales, la atracción de talento, la formación en el marco regulatorio, la relación con el emprendimiento y la aceleración de nuevos proyectos, así como la coordinación con el sector público para el desarrollo de nuevas iniciativas.
El encuentro también sirvió para abordar propuestas para afrontar los retos más relevantes a los que se enfrentan las empresas del sector de la salud como son el envejecimiento de la población (especialmente en entornos rurales dispersos), identificado como un vector de innovación para la creación de servicios específicos.