El 12% de las familias españolas tiene contratada una póliza de seguro de Responsabilidad Civil (RC) general, que cubre frente al pago de indemnizaciones o servicios por las que el asegurado resulte responsable en caso de daños corporales (lesiones) o materiales (patrimonio) a terceros.
Según la última edición de la Memoria Social del Seguro elaborada por Unespa, existe una amplia variedad de pólizas de responsabilidad civil ya que la práctica de algunas actividades profesionales y deportivas exige, de hecho, contar con un seguro. La póliza de RC más extendida en España es el seguro de caza, modalidad que abarca al 40% de los contratos de este tipo, según Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras (ICEA). A pesar de que la cobertura de actividades cinegéticas tiene una clara preeminencia en pólizas, su peso en relación a la siniestralidad es mínimo, pues apenas genera el 1% de las indemnizaciones.
Por contra, aunque suponen una cantidad mucho menor, las pólizas de responsabilidad civil empresarial están detrás del 26% de las indemnizaciones. El 11% de las pólizas atiende las necesidades de comercios y empresas. Otra modalidad bastante extendida es la responsabilidad civil profesional para médicos, arquitectos e ingenieros, entre otras profesiones, que cubren frente a posibles incidentes en el ejercicio de su profesión y representan el 7% del total de las pólizas emitidas.