Ya tenemos Gobierno. En apenas 60 días desde las elecciones de septiembre, ha echado a andar la XI?Legislatura en el Parlamento vasco y se ha constituido un ejecutivo de coalición, liderado por el lehendakari Urkullu. Acuerdo muy mayoritario, pero no suficiente para sacar adelante leyes y proyectos, por lo que se auguran cuatro años de mucho diálogo político. Un acuerdo explicitado en un texto de 80 páginas, con numerosos proyectos concretos y con cuatro ejes de actuación, que sitúan las prioridades del país en economía, en materia social, de normalización y de autogobierno, y entre ellos destaca el ámbito del empleo, la reactivación y la sostenibilidad. Un área clave para que las empresas puedan aprovechar la recuperación, que se concretará en un próximo Programa Marco de Empleo y Reactivación económica, en el que la industria va a tener un papel importante, por ser la base de nuestro sistema económico. A pesar de las crisis hemos conseguido mantener el peso del sector industrial en Euskadi, pero ahora se impone un nuevo paradigma para la competitividad de la industria:?la manufactura avanzada. El salto que supone la cuarta revolución industrial no es una opción si nos creemos que somos un país que busca competir por conocimiento y no por costes. Algo que quedó refrendado, también, en el reciente congreso Basque Industry 4.0 y en la presentación del ‘caso Orkestra’, coincidiendo con el décimo aniversario del Instituto de Competitividad. Veremos si las prioridades del Gobierno y del país, como en otras ocasiones, se alinean.