La Asamblea General de la Federación Española de Asociaciones de Fundidores (FEAF) puso de manifiesto la situación crítica de las fundiciones, así como su papel clave para la economía, al tratarse de un ámbito tecnológico y reciclador que se dirige a mercados altamente competitivos en los que los márgenes de rentabilidad son escasos y la competencia cada vez más dura. Por ello, FEAF reiteró su petición a las administraciones para que adopten medidas concretas que favorezcan la continuidad de estas empresas que se encuentran “en grave peligro de extinción”.
El presidente de FEAF, Ignacio de La Peña, consideró que “esta crisis es la nueva normalidad en la que siempre se nos presentarán problemas”, lo que significa que “necesitamos empresas competitivas, flexibles y que atraigan talento”.
El acto fue clausurado por la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, quien destacó la importancia del sector en Euskadi y señaló que “necesitamos que la fundición siga viva”. En esta línea, la consejera aludió a la competitividad de las empresas del sector, insistiendo en que su actividad es “la base, de muchas otras industrias” relevantes en el desarrollo económico vasco y cuenta con “grandes oportunidades”.