El nuevo crédito empresarial creció el pasado año a un ritmo del 14% en el segmento Pyme, superando las previsiones más optimistas de las propias entidades financieras, de las que emana prácticamente el 90% de la financiación que las empresas solicitan para inversión o para sanear balances.

Esta tendencia, que ya cerró en positivo en 2015, se ha mantenido a lo largo del primer cuatrimestre de 2016, de suerte que la formalización de préstamos en Kutxabank ha crecido durante este periodo un 38% respecto al año pasado. Tal y como se detalla en el primer balance de resultados del ejercicio, la entidad ha destinado un total de 570 millones de euros a pymes, un 8% más. Y por primera vez desde 2008, el saldo en activo fijo productivo ha crecido un 25%, lo que supone que “los importes de las nuevas formalizaciones en inversión crediticia productiva han superado a las amortizaciones”, destacan sus responsables.
Las entidades financieras perciben además un creciente repunte de la financiación para inversiones productivas, tanto en inmovilizado como en maquinaria y otros elementos. Da fe de ello la evolución registrada por el programa ‘Makina Berria’, puesto en marcha por Kutxabank en colaboración con las tres asociaciones patronales vascas, SEA, Adegi y Cebek, con una línea de financiación de 1.000 millones de euros, que el pasado año cumplió su tercera edición. La misma entidad suscribía en enero un acuerdo con Alava Agencia de Desarrollo para crear una línea especial de financiación que facilite el acceso de las empresas a suelo y pabellones industriales.
Acelerar los avales
Además, y con el objetivo de que el crédito no se quede únicamente en el segmento de la mediana empresa y llegue también de manera efectiva al autónomo y a la Pyme y microempresa, Laboral Kutxa, en colaboración con las sociedades de garantía recíproca Elkargi y Oinarri ha firmado en las últimas semanas nuevos convenios para poner en marcha fórmulas de financiación como Laboral Kutxa Express, que reduce a dos días el plazo de firma de las operaciones avaladas. Una iniciativa que se suma a otras muchas, impulsadas por las entidades financieras que operan en el País Vasco y que aprecian en la empresa local capacidad y proyección de futuro. Como afirma la responsable de banca de Empresa de Caixabank en Euskadi, “la calidad de inversión en nuestro territorio es muy buena”.