Para nuestro sector, la tecnología cuántica constituye una auténtica disrupción tecnológica que se asemeja mucho a la que provocó el crecimiento y desarrollo del clúster. Y es que hace 40 años vivimos una situación similar en la electrónica analógica con la disrupción que supuso una, por aquel entonces, emergente microelectrónica. La historia se repite y, hoy, consideramos que la tecnología cuántica requiere analizar las ventajas y requisitos que ofrece su uso para mejorar los productos, procesos o soluciones que el mercado necesita en su transición digital. Preguntas que tendremos que responder: ¿con tecnología cuántica puedo resolver mejor las exigencias del mercado? ¿doy respuesta a problemas que hoy no tienen respuesta? ¿qué ventaja competitiva me ofrece y a que coste? ¿esto me diferencia y me hace más competitivo? 

Es un hecho que la tecnología cuántica ocupa un espacio muy relevante en todo lo relacionado con la Inteligencia Artificial y la economía del dato por su capacidad de computación y procesamiento. La ciencia cuántica representa, además, una oportunidad para que Euskadi refuerce su estructura y tejido tecnológico, y acelere la creación de nuevos ámbitos de negocio, soluciones y producto. Sin duda, la fortaleza del ecosistema de empresas, agentes tecnológicos y universidades con el que contamos permite garantizar que las inversiones en tecnología cuántica que se puedan desarrollar en el futuro, estén fundamentadas y llamadas a generar ventajas competitivas en nuestra industria, ciencia y sociedad.

Para conseguirlo, es necesario seguir trabajando la colaboración público-privada. Una colaboración estrecha que permita implementar líneas de trabajo que ayuden a: contar con personas formadas y con experiencia, crear infraestructuras y desarrollar tecnologías que apoyen el ecosistema vinculado a la tecnología cuántica, apoyar experiencias piloto -sobre el uso de la tecnología- que permita medir sus ventajas y esfuerzo en clave de requisitos. Del mismo modo, es necesario promover modelos y programas que contribuyan a evidenciar las ventajas y valores diferenciales que esta tecnología puede aportar en los mercados de uso y aplicación, como son menor tiempo de cómputo, mayor capacidad de procesamiento, gestión energética, más volumen de información, etc.

Euskadi es ya un territorio de referencia en computación cuántica, y uno de los pocos ecosistemas preparados que ya trabaja en el desarrollo de esta tecnología. En este escenario, toda organización que apueste por avanzar en la transición digital, también en la cuántica, encontrará en GAIA los partners necesarios para desplegar su hoja de ruta digital, independientemente de su dimensión, naturaleza, estructura o actividad.