La costera de la anchoa arrancó el pasado 20 de abril en el Cantábrico con medidas de seguridad en la flota frente a la situación de emergencia por el Covid-19. Las primeras capturas fueron descargadas por los barcos que se encontraban faenando por la zona de Laredo y Santoña, en Cantabria, según explicó el presidente de las Cofradías de Gipuzkoa, Eugenio Elduayen.
Sobre esta costera, la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, ha señalado que, al igual que con el verdel, “tampoco se esperan problemas con la anchoa”. La consejera ha destacado que los pescadores han acordado que cada barco pesque 6.000 kilos de anchoa al día, frente a la cuota de 10.000 kilos diarios establecida en años anteriores, “para que el pescado se pueda vender en el mercado a un precio adecuado”.
Tanto Arantxa Tapia como Eugenio Elduayen han destacado la labor de los arrantzales vascos y el estricto cumplimiento de los protocolos frente al coronavirus, en cuanto al “uso de mascarillas, tomar la temperatura, usar guantes y adoptar medidas de higiene”. Estas medidas de prevención se adoptan tanto en los buques que faenan en el mar como en los puertos a la hora de descargar las capturas, en los que se han establecido turnos para que las y los profesionales trabajen de forma segura y escalonada.