La falta y el encarecimiento de las materias primas, el aumento del coste de la energía o los problemas de logística han impactado directamente en el sector del metal, “generando una situación de incertidumbre que aleja la recuperación hasta 2023”, según Tamara Yagüe, presidenta de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM), que presentó el estudio de coyuntura, elaborado en base a las respuestas de 200 empresas que emplean a más de 10.000 personas en el territorio. Según se desprende de este informe, continúa la “ralentización de la recuperación” al haber un descenso en el número de compañías con mejores niveles de actividad y un aumento en aquellas que han tenido una actividad inferior a sus previsiones.
En concreto, la actividad industrial en el segundo semestre de 2021 ha ido en línea de lo estimado para el 44% de las empresas, ha sido mejor para el 25% e inferior para el 32%. Asimismo, destaca la tendencia negativa del sector de la automoción, con un 53% de compañías que han tenido menos actividad que la prevista.
De cara a 2022, las firmas consultadas perciben “cierta recuperación, aunque lejos de lo que sería una situación de normalidad”, por lo que estiman un nivel medio de actividad de un 77,5%. No obstante, según este estudio de coyuntura, aumenta más de tres puntos el número de empresas con perspectivas por debajo del 50%. En cuanto a la situación de los mercados, se percibe un retroceso en la percepción de las empresas al aumentar hasta el 21% las que lo encuentran en recesión.