Pablo Sanz, socio director en la Zona Norte de EY y consejero de APD Zona Norte, considera que la innovación es una de las claves para que las organizaciones mejoren su competitividad y se muestra contundente a la hora de señalar que es “innegociable para la mejora de resultados a corto plazo”. En este sentido, a medio y largo plazo, opina que la innovación será también crucial para que las empresas puedan “conocer tendencias, comportamientos de mercado y cliente, así como poder mejorar posicionamiento respecto de competidores”, maximizando  sus oportunidades de negocio, tanto tecnológicas como no tecnológicas.

¿Qué papel juega la innovación en la gestión empresarial?

Creo que es una de las claves de la competitividad. Me atrevería a decir que es innegociable para la mejora de resultados a corto plazo que impacten en mejorar la eficiencia, desarrollo de producto y servicios, desarrollo de mercado y en la mejora de la relación con los colectivos relevantes (clientes, gestión y satisfacción personal, inversores y grupos de interés). Pero es clave igualmente a medio y largo plazo para conocer tendencias, comportamientos de mercado y cliente, impacto de la tecnología dónde posicionarse para mantener y mejorar posicionamiento respecto de competidores y maximizar las oportunidades de negocio, tecnológicas y no tecnológicas a futuro.

¿En qué aspectos considera preciso avanzar en este momento?

En nuestro entorno y nuestra economía la lista es profunda; innovación tecnológica aplicada a procesos, gestión de personas, clientes  con especial foco en aplicación de la IA en análisis predictivo, automatización de procesos, mejora modelo de atención clientes y proveedores, gestión de nuestros equipos, entre otros.  Se me olvidaba la innovación en uso de los materiales y aspectos relacionados con el desarrollo de economía circular y eficiencia energética.

La interacción entre personas y tecnología está cada vez más presente en las organizaciones. ¿Cómo está incidiendo en el capital humano de las empresas?

Hoy la innovación se aplica desde una perspectiva tecnológica en el ámbito de la gestión del capital humano, de los servicios al empleado y de la mejora del compromiso con las personas. Pero, en mi opinión, el modelo de talento que buscamos necesita incluir la innovación como parte de las habilidades que nuestra gente debe tener para ser más contributivos y participativos en los procesos de mejora de las compañías.  Además, la realidad es que la irrupción de la tecnología está causando gran incertidumbre entre los empleados y ciertas tensiones con la organización. El poder gestionar el cambio por parte de los líderes de las organizaciones, desde un plan de transformación de la fuerza de trabajo mediante la inclusión de la tecnología es clave para poder realizar una transición exitosa. Por ello, el tener una perspectiva global de transformación de los diferentes perfiles de la compañía es esencial (como puede ser desde la automatización de procesos en entornos industriales, a la aplicación de la IA en perfiles de oficina). Esto todo debe ser alineado con los planes de relevo generacional que se requieren debido a la realidad demográfica de nuestra sociedad y, por tanto, de nuestra fuerza de trabajo.

“Hoy la innovación se aplica desde una perspectiva tecnológica en el ámbito de la gestión del capital humano, de los servicios al empleado y de la mejora del compromiso con las personas”

Es sabido que la innovación no está llegando con la misma fuerza a todas las empresas, las grandes la implementan mejor que las pequeñas, y hay sectores más abiertos al cambio que otros. ¿Qué condiciones deben darse para una universalización de la innovación en el ámbito empresarial?

Aquí veo cuatro puntos clave. Por un lado, la colaboración público-privada debe ser una facilitadora de la necesaria ayuda con programas específicos de diferente ámbito (competencial, capacitación, infraestructura) que ayude a salvar la diferencia existente y que las pymes puedan mantener una necesaria ventaja competitiva que reduzca la brecha digital. A esto se añade que los clústeres y asociaciones empresariales deben aglutinar las necesidades que las pymes puedan tener para realizar un acercamiento conjunto a las capacidades y responder a ellas, tanto de manera autónoma como con la colaboración público-privada. Además, la ‘Gran Empresa’, mediante sus mayores capacidades e inteligencia empresarial, debe colaborar con las empresas proveedoras dentro la cadena de valor global de sus productos y servicios de manera transversal, traccionando la innovación de su sector. Asimismo, los responsables de las empresas deben ser capaces de incluir profesionales con un perfil de carácter innovador y tractor del cambio sea en la pequeña, mediana o en la gran empresa.

El avance de la innovación en las empresas requiere de profesionales con talento cualificado y especializado. ¿Qué capacidades debe reunir ese nuevo profesional de la empresa de hoy?

El Foro Económico Mundial en su estudio ‘The Future Of Jobs’ (El futuro de los trabajos) habla sobre las 15 habilidades más importantes del futuro para 2025 de las cuales, cuatro son ‘hard skills’, todas ellas muy pegadas a la tecnología (básicamente su uso controlado, diseño, diagnóstico de problemas y capacidad de análisis de los sistemas) y que permiten desarrollar soluciones innovadoras en los procesos o dentro de la actividad propia de la responsabilidad del profesional. El resto, 11, son ‘soft skills’, que, sobre todo, permiten una transformación continua de los perfiles que pueda dar respuesta a la realidad de la coyuntura empresarial que vivimos en nuestros tiempos. Todas son muy relevantes, pero de ellas destacaría la capacidad innovadora, el pensamiento analítico, la capacidad de aprendizaje, el liderazgo y la inteligencia emocional.

En la actual era digital, ¿qué elementos caracterizan al liderazgo?

Hoy el liderazgo autocrático no responde al modelo de organizaciones que tenemos y que queremos tener. Actualmente, el liderazgo participativo y transformacional es el que las organizaciones necesitan. Líderes con visión y capacidad de acompañar a las organizaciones y las personas en un entorno de cambios donde la tecnología juega un papel determinante. Los líderes deben tener un conocimiento del valor y la oportunidad que la tecnología juega pero también la capacidad de generar confianza y liderar los cambios que la tecnología van a entrañar en la forma de trabajar y organizarse, maximizando la adopción y uso del potencial tecnológico para la mejora de resultados. Y  hay características del buen líder que, en mi opinión, nunca cambiarán; liderar desde el ejemplo, la elevación, la generosidad.

“Las organizaciones necesitan  líderes con visión y capacidad de acompañar a las personas en un entorno de cambios donde la tecnología juega un papel determinante”

El 7º Congreso Nacional de Directivos de APD, bajo el título ‘La nueva empresa global’, hace especial mención a las consecuencias del impacto de los grandes cambios tecnológicos. ¿En qué medida pueden influir estos en la gestión y estrategia de las empresas?

Estimo que hay cuatro puntos clave. Por un lado, está la capacidad de aceleración que permiten estos cambios tecnológicos en la innovación de nuevos productos y servicios y, por tanto, de los modelos de negocio de las empresas y su impacto en los sectores. Por otro lado, la posibilidad de generar modelos operativos de una mayor eficiencia que puedan hacer mucho más competitivas a las empresas, hasta el punto de generar una gran ventaja competitiva que pueda modificar las reglas de juego del sector. Un aspecto clave a nivel de gestión es la transformación de las compañías hacía compañías orientadas a la obtención de la información, al dato, donde la operativa, procesos y organización de las compañías, se ponen al servicio de generar información de valor que permita una toma de decisiones con un alto impacto en el negocio. Por último, dentro de este ámbito y en relación con las personas, poder realizar una gestión humana de la transformación que permita atraer y fidelizar el mejor talento, así como capacitarlo constantemente para que pueda ser una ventaja competitiva de negocio.

De cara al futuro, ¿Que tendencias tecnológicas se vislumbran en la dirección y gestión empresarial?

Especialmente la IA aplicada a lo que antes comentaba de las compañías orientadas a la obtención y gestión de la información. Una IA que genere una ventaja competitiva para ser capaces de gestionar y dirigir la empresa  desde la inteligencia del dato. Lo que supone tres grandes cambios: definir y poner en marcha una estrategia de dato que asegure tener información, que la información sea de calidad, y que los indicadores puedan ser significativos en relación a las claves de la gestión del negocio. Realizar una transformación interna de la operación, la tecnología y la organización acorde con dicha estrategia del dato. Y ser capaces de cambiar la manera de gestionar la compañía, desde ‘inputs’ menos objetivos y más intuitivos en algunos casos (que no se deben perder), hacia una información más objetiva.