La nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Agurain ha entrado en funcionamiento y da solución a uno de los vertidos más problemáticos de los últimos años en Euskadi, evitando el vertido al Zadorra de la carga contaminante de la Llanada. La Agencia Vasca del Agua (URA) ha completado las obras y así lo han podido comprobar Ramiro González, diputado general de Álava; Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, y Ernesto Sainz, alcalde de Agurain.
La construcción de la nueva depuradora ha contado con un presupuesto de 6,3 millones y ha requerido 22 meses para su construcción. Ahora, URA trabajará durante seis meses en la puesta en marcha, calibración y control del proceso depurativo, junto al equipo que formará parte de la futura gestión y explotación de la EDAR, familiarizándose con los equipos, el funcionamiento y el proceso.
González ha asegurado que “la puesta en marcha de esta EDAR es uno de los hitos del Plan Director del Abastecimiento y Saneamiento de Álava. Agurain y la Llanada necesitaban una infraestructura de este tipo para evitar los problemas recurrentes y contribuir al desarrollo sostenible del territorio”.

Por su parte, Tapia ha destacado que “la infraestructura es de última generación; la tecnología garantiza un desarrollo y gestión del agua de las familias y actividades económicas más sostenible y profesional, también de las actividades que a medio-largo plazo se instalarán en el entorno”.
El alcalde de Agurain, por último, ha subrayado que “la nueva EDAR es una infraestructura básica” por dos motivos: “es fundamental para que podamos completar el ciclo del agua, asegurándonos de que la devolvemos a los ríos en óptimas condiciones”; y “nos permite asegurar el crecimiento del municipio”.