Ya sea bajo las siglas BCE, BEI o FEI, el respaldo otorgado por las instituciones europeas a la financiación de la empresa ha sido notable en toda la eurozona durante los años de recesión. Un apoyo que se mantiene también ahora, en clave de recuperación.
Mientras el presidente del Banco Central Europeo Mario Draghi firmaba en enero una ‘transferencia’ de 1,14 billones de euros al sistema financiero europeo que contribuyera a ‘engrasar’ la maquinaria del crédito empresarial y de consumo, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) firmaba un acuerdo con Kutxabank para la financiación de pymes aportando cada una de las partes 200 millones de euros para la financiación de inversiones de hasta 25 millones de euros en el caso de empresas pequeñas y de hasta 50 millones para las de mediana capitalización. Los préstamos irán principalmente al sector industrial y de servicios, con el consiguiente impacto positivo sobre la actividad económica y el empleo.
Con este acuerdo, recordaba el presidente de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia, “pretendemos que ningún proyecto viable quede sin financiación”. La operación, añadía, “encaja perfectamente en nuestra estrategia de actividad y apoyo al tejido empresarial vasco”.
De manera similar, Laboral Kutxa cerraba en marzo de 2014 con el Fondo Europeo de Inversión (FEI) el mayor acuerdo de garantías en el ámbito de la microfinanciación que se haya firmado en el Estado, poniendo a disposición de micropymes vascas una línea de 24 millones de euros, con el objetivo de apoyar la creación y consolidación de 1.600 microempresas y 2.700 empleos en dos años.