En su 25 aniversario, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales encara una de las circunstancias más complicadas de su historia, en su objetivo de dar cumplimiento a la protección de las personas trabajadoras y prevenir los riesgos laborales que pudieran derivarse de su actividad, en una situación de pandemia que ha afectado de manera importante al mundo del trabajo.
Coincidiendo con el aniversario de su promulgación, IMQ Prevención ha organizado un ciclo de tres jornadas que culminará el 4 de diciembre y en el que expertos en distintas áreas del mundo de la prevención han analizado ‘La Ley de Prevención; pasado, presente y futuro’. En el primero de los encuentros, la vicelehendakari Idoia Mendia reivindicó “la política útil, aquella que permite dar respuestas a los problemas de la ciudadanía, en contraposición a las respuestas fáciles para situaciones complejas. Una política que se transforma en herramientas como en su momento Osalan, que protegen el derecho de las personas trabajadoras a la salud laboral” destacando el papel del Instituto de Salud Laboral como un servicio público esencial para prevenir y facilitar a empresas y trabajadores el máximo de garantías.
La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, recordó que “la salud constituye un eje transversal de todas las políticas públicas del Gobierno vasco; que las políticas de salud tienen su reflejo en las actividades de prevención y que lo que toca ahora “es seguir interiorizando esta idea para que la prevención de riesgos laborales se convierta en un rasgo cultural de la sociedad vasca”.
A sus intervenciones siguió un coloquio, moderado por Jesús Dalmau, director gerente de IMQ Prevención, en el que participaron la directora de Osalan, Lourdes Iscar, y el jefe de la Inspección de Trabajo de Bizkaia, José Antonio Carnero, quienes valoraron de manera positiva la Ley, como una “herramienta fundamental para llevar la prevención laboral a las personas trabajadoras”.