Ibermática ha capeado los primeros embates de la crisis con nota, incrementando en el primer semestre del año sus principales indicadores a pesar de la fuerte caída registrada en los mercados. Así, ha incrementado su volumen de negocio un 6%, hasta los 126 millones de euros, con un beneficio antes de impuestos de 4,8 millones de euros, un 66% más que en el mismo periodo de 2019. Su plantilla ha crecido en más de 100 profesionales, alcanzando la mayor cifra de su historia, con 3.650 personas.
El CEO de la compañía, Juan Ignacio Sanz, afirma que “el mercado ha valorado muy positivamente la gestión que ha realizado la compañía ante la amenaza de la covid-19, asegurando la continuidad de la práctica totalidad de nuestros clientes y la generación de nuevos proyectos con otras organizaciones”.
Aportaciones
Cabe destacar, además, la amplia batería de servicios y soluciones tecnológicas desplegadas para ayudar a sus clientes a combatir los efectos de la pandemia, relacionadas con el teletrabajo, ‘call center’, ‘chatbots’, cuadros de mando inteligentes o protección ante ciberataques, entre otras. Si bien hasta el momento una gran parte de la implementación de estos servicios ha ido dirigida al sector sanitario, pueden beneficiarse de ellos el resto de organizaciones.
Mención especial merece el desarrollo del primer sistema de detección temprana de exposición al virus que permite, a través del teléfono móvil, rastrear los casos positivos de infección garantizando la privacidad del ciudadano. O el apoyo al proyecto de investigación para lograr terapias personalizadas que ayuden a curar a los enfermos por la covid-19.