Tras ocho años participando en proyectos de I+D con tecnologías flotantes, Iberdrola ha decidido dar un paso más y poner en marcha proyectos como Flagship, iniciativa que pretende demostrar la viabilidad y rentabilidad de instalar aerogeneradores de más de 10 MW en el mar.
El proyecto, en el que participan 12 socios europeos de cinco países (España, Noruega, Francia, Dinamarca y Alemania), entre ellos la consultoría navarra Zabala, se llevará a cabo en el Met Centre de Noruega y busca reducir el coste nivelado de la energía (LCOE) para 2030 en el rango de 40-60 euros/MWh, apoyándose en economías de escala, cadenas de suministro competitivas e innovaciones tecnológicas.
Para ello, desarrollará una turbina de 10 MW y una estructura flotante de hormigón semisumergible, que esperan ser el punto de partida de futuros parques eólicos flotantes de 500 MW. Además, se comprobará si es factible instalarlas en otras localizaciones del mediterráneo, el báltico, el atlántico y el pacífico, y se evaluará el costo y la viabilidad logística de la tecnología de hormigón frente a la de acero.
El consorcio ha logrado 25 millones de euros de financiación de la Unión Europea hasta 2024 en el marco del programa Horizonte 2020.