Antes de cerrarse el curso y marchar de vacaciones, el Gobierno vasco anunció y dejó lista la nueva ordenación de la política financiera pública. Un nuevo marco que mejora la coordinación y la especialización, orientado al ‘cliente’, a los problemas de financiación de la empresa y no estructurado según la oferta. Así se establece una ‘ventanilla única’ para un acceso ágil y sencillo y que facilitará al Gobierno disponer de forma automática de una visión global de su riesgo. Ahora SPRI realizará un análisis técnico de las peticiones de ayudas y el IVF el estudio económico-financiero. Precisamente, el Instituto es el organismo que ostenta las participaciones financieras públicas en los diversos fondos y sociedades y que concentrará la actividad crediticia de mayor importe, de entre dos y cinco millones de euros. Luzaro y Elkargi, se centrarán en los créditos más pequeños y la actividad de reafianzamiento, respectivamente. En definitiva, una política financiera que viene a poner el foco allí donde la oferta privada no llega o es insuficiente, reforzando tres líneas principales: el capital riesgo, las garantías y los préstamos. En este sentido, se conoció la puesta en marcha de una nueva entidad de capital riesgo, con una aportación inicial de 125 millones de euros, ampliables a 250 millones, y la dotación de 100 millones sa Socade para favorecer el arraigo de las grandes empresas vascas en Euskadi. En definitiva, más posibilidades para financiar el crecimiento.