Vivimos en un contexto marcado por dos grandes crisis globales encadenadas, impensables hace unos años, la crisis de la pandemia del Covid primero y cuando apenas empezábamos a salir de ella, la originada por la invasión de Ucrania, que  además de ocasionar graves consecuencias en la sociedad y economía vascas y del resto del mundo, han acelerado unas transformaciones profundas que venían de antes y que se resumen en una triple transición: Tecnológico-Digital, Energético-Climática y Demográfica, Social y Sanitaria.
Estas transiciones son un reto de país, una oportunidad que debemos afrontar nuestras políticas de ciencia, tecnología e innovación para asegurar nuestro futuro. Siguiendo el modelo europeo estamos trabajando para incrementar su direccionalidad hacia la sostenibilidad medioambiental y social, potenciando a la vez su carácter experimental. Como activo principal seguiremos apoyándonos en las capacidades y fortalezas identificadas en nuestra estrategia de especialización inteligente.
Según se recoge en la última edición 2023 del Regional Innovation Scoreboard, publicada el pasado 6 de julio por la Comisión Europea, Euskadi mejora su posición entre las regiones de alta innovación y mantiene su calificación de un polo de excelencia regional. Su desempeño innovador supera casi en un 10% la media de la Unión Europea. También se sitúa muy por encima de la media del Estado (+23%), en una posición de liderazgo frente al resto de Comunidades Autónomas. Nuestras principales fortalezas residen en el impacto de la innovación en las ventas de nuevos productos y la alta cualificación de la población joven. Pero también se nos presentan retos relacionados, por ejemplo, con el impulso de la innovación entre las Pymes. 
La innovación ha mejorado sus resultados en Euskadi los últimos años, siendo cada vez más eficiente. Uno de cada cinco empleos es intensivo en conocimiento. Las publicaciones científicas más citadas aumentaron hasta casi el 18% en 2021, mientras que la inversión en I+D alcanzó ese año el máximo de la serie histórica, creciendo un 10,5% sobre el año anterior. En 2022 se multiplicó la participación vasca en Horizonte Europa, con 334 nuevos proyectos que supondrán un retorno de casi 230 millones de euros para Euskadi. Se ha multiplicado por 3 el número de proyectos y por 4 la financiación respecto al año anterior.
Tenemos un modelo, estamos en el camino de la innovación y debemos seguir invirtiendo en ese recorrido. Es un reto que nos compromete a todas y a todos. Se trata de un reto de País.