Los cuatro criterios en los que se basan estos premios son la apuesta por la innovación, el impacto en su entorno, el enfoque global de su productos y servicios y su vinculación con la ciudad como polo de innovación y talento. Las tres empresas reconocidas reúnen esas características y, con la legitimidad que les da esa trayectoria, Unai Elósegui aprovechó el acto para animar a los jóvenes a que “el que tenga ganas de emprender, que emprenda” ya que ahora hay todo un “ecosistema que ayuda” a hacerlo, no como cuando fundaron Hispavista para lo que necesitaron la “ayuda de los aitas”, a los que dedicó y agradeció el premio. 
Algo similar a lo que hizo Iñaki Alkorta, que falleció recientemente, cuando creó Gureak en 1975. Tanto Goia como Asier Bitoria, actual director general de una firma que cuenta con más de 6.000 empleados, el 84% de ellos con discapacidad, más de la mitad intelectual o enfermedad mental, tuvieron un cariñoso recuerdo para el empresario. 
Para Bitoria “es significativo recibir un  premio en innovación, que está en el ADN de Gureak desde su creación como una empresa mercantil para dar respuesta a una necesidad social y luego compitiendo en mercados globales a contracorriente”, por la tipología de su plantilla. Todo ello ha derivado, según Bitoria, en que su empresa sea un “modelo de inclusión socio-laboral que es un referente en Europa con la innovación integrada en su sentido más amplio”.