Gamesa cerró el ejercicio de 2016 con un beneficio neto de 301 millones de euros, un 77% más que el año anterior, a pesar de que la consolidación del 50% de Adwen tuvo un impacto negativo de 25 millones en el resultado. La buena marcha del negocio quedó patente en las ventas, que crecieron un 31,6%, hasta los 4.612 millones de euros, y en la entrada de pedidos en firme, que en los últimos doce meses sumaron 4.687 MW, un 20,7% más que en 2015.
El Ebit (resultado operativo) de la compañía mejoró un 48%, hasta los 477 millones, lo que supone un margen de Ebit del 10,4%, 1,1 puntos por encima del registrado en el ejercicio de 2015.
Con estos resultados, Gamesa se anticipa en un año a los objetivos que se había marcado en su plan de negocio 2015-2017. Además, le ha permitido seguir mejorando su cuota de mercado global, hasta situarse en la cuarta posición en el ranking global de fabricantes de aerogeneradores.

Hay que recordar que los accionistas de Gamesa dieron luz verde el pasado 25 de octubre a la fusión de la compañía con la filial eólica de Siemens, Siemens Wind Power, de la que nacerá el mayor grupo eólico del mundo, con más de 70 GW instalados en todo el planeta, una cartera de pedidos, valorada en 20.900 millones de euros, y por volumen de facturación, con unas ventas conjuntas de 11.000 millones de euros. El Ebit ajustado se situaría en 1.058 millones de euros, con un margen Ebit del 9,6%.
La operación mantiene su calendario de cierre para el próximo mes de abril, una vez que la Comisión Europea fije su posición con respecto a las reglas de competencia.