El despliegue del 5G en las zonas rurales (por debajo de 10.000 habitantes) estará condicionado a la disponibilidad de las ayudas públicas provenientes de los fondos Next Generation para este fin. Hasta su llegada, las instituciones no permanecen con los brazos cruzados.

La Diputación Foral de Bizkaia, por ejemplo, va a reservar cinco millones de euros adicionales para suprimir las denominadas ‘zonas sombra’ de 5G que se encuentran diseminadas por todo el territorio. Esta cobertura adicional al planteamiento que la Diputación está ejecutando actualmente para conectar 7.621 puntos de Bizkaia (viviendas, establecimientos, negocios) que no entran en los planes de despliegue de las operadoras, y que se prevé materializar este año, está a la espera de culminar su catalogación, con la implicación también del Gobierno vasco y de los ayuntamientos.
El propósito con estos trabajos es detectar estas zonas ‘sombra’ y trasladarlas al Gobierno central para que sean declaradas "zonas blancas" y "poder así actuar", según explican los responsables forales. De momento, la Diputación sigue con el despliegue de esta banda ancha mediante un plan que contempla una inversión de 10 millones de euros, a través de una subvención por la que asume hasta el 90% del coste de los trabajos necesarios para extender la fibra óptica.

Un trabajo que complementa las inversiones de las operadores y que hace que, por ejemplo, Euskaltel ofrezca tecnología 5G en 83 municipios de Euskadi –incluidas las tres capitales-, lo que supone  el 78% de la población vasca. Y se refleja en que el volumen de datos de los clientes de Euskaltel que utilizan 5G se ha multiplicado por 10, pasando de 23.000 gigas en diciembre de 2021 a 226.000 gigas en noviembre de 2022.