En la actualidad, las baterías juegan un papel fundamental en la movilidad sostenible, especialmente en el contexto de la transición hacia un sistema de transporte más limpio y eficiente. La Unión Europea ha establecido directrices claras para fomentar el uso de baterías en aplicaciones de movilidad, alineando sus políticas con los objetivos de reducción de emisiones y descarbonización.

Las baterías, especialmente las basadas en la tecnología de iones de litio, son esenciales para el funcionamiento de vehículos eléctricos y sistemas de transporte electrificados. La electrificación del transporte es una de las estrategias clave para alcanzar estos objetivos.

En este contexto global y europeo, nace en el seno de la Corporación Mondragón una nueva iniciativa empresarial dedicada al desarrollo y comercialización de baterías de altas prestaciones enmarcadas en la movilidad sostenible, Fagor Ederbatt.

Con el férreo compromiso de ser una propuesta de presente y futuro, Fagor Ederbatt posiciona en el mercado una oferta de baterías que responde a los más altos estándares de sectores clave que actualmente están impulsando el desarrollo de la movilidad eléctrica, tales como el transporte ferroviario y marino, autobuses eléctricos, vehículos comerciales ligeros y vehículos ‘off-road’, así como aplicaciones industriales.

El inicio de los desarrollos tecnológicos en los que se apoya la actual propuesta de baterías que ofrece Fagor Ederbatt se remonta a 2021, donde partiendo de un proyecto consorciado compuesto por diferentes cooperativas de la Corporación Mondragón y centros tecnológicos de referencia de la RVCTI, se sentaron las bases de lo que hoy en día es la oferta de baterías que Fagor Ederbatt ya está suministrando a diferentes clientes en el ámbito de la movilidad eléctrica.

Fagor Ederbatt se presenta en el mercado con dos referencias de baterías NMC, baterías de iones de litio que utilizan un cátodo formado por níquel, cobalto y manganeso. La energía instalada en ambas referencias es de 35 kWh, teniendo como niveles de tensión nominales 333 y 666 V, de tal forma que se pueda dar respuesta a las necesidades de la mayoría de aplicaciones de movilidad presentes en el mercado.

En ambos casos se ofrecen unos ratios de densidad gravimétrica y densidad volumétrica acordes a los exigentes requerimientos demandados, siendo el primero de ellos de 170 Wh/kg y el segundo de 246 Wh/l, contando ambas versiones con unas dimensiones de 1320x810x133 mm y un peso de 207 kg.

Según indica Ricardo Valoria, responsable de Desarrollo de Negocio y Comercial de Fagor Ederbatt, “una de las principales ventajas de nuestras baterías es su diseño modular, que junto con sus dimensiones contenidas, ofrece a cada cliente la posibilidad de integrarlas en el vehículo utilizando diferentes ubicaciones, en posición horizontal y vertical, suelo, techo, parte trasera y/o bodega, optimizando de esta forma el espacio útil disponible así como la configuración de energía requerida para la aplicación, siendo posible albergar desde una hasta n baterías, en función de los requerimientos de energía y espacio disponible en cada vehículo”.

Las baterías cuentan que un sistema de refrigeración líquida, el cual permite optimizar la temperatura de trabajo de las celdas, de forma que para cada uso y aplicación, la batería ofrezca un rendimiento óptimo en condiciones demandantes, y al mismo tiempo se prolongue la vida útil de las celdas, y por ende de las baterías, contribuyendo a la sostenibilidad en la cadena de suministro de las mismas.

Con instalaciones productivas ubicadas en Zamudio, Fagor Ederbatt lanzará al mercado una nueva batería en 2025, en este caso LFP (litio-ferrofosfato), con un ratio de 150 Wh/kg y que complementará las actuales referencias basadas en NMC, del mismo modo que continuará con los desarrollos tecnológicos iniciados en 2024 basados en las baterías de estado sólido.