El salto: un término que sugiere movimiento, audacia, y generalmente un impulso hacia adelante. En el caso de Euskaltel, un actor clave en la transformación tecnológica de Euskadi durante casi tres décadas, los saltos no han sido un simple cambio de ritmo, sino apuestas estratégicas que han marcado la diferencia. Euskaltel no solo ha sido testigo de la evolución de las telecomunicaciones, sino que la ha protagonizado y ha estado en el centro de esa transformación, liderando una serie de hitos que han redefinido el panorama tecnológico de su entorno.

No ha sido un camino fácil, pero sí puedo afirmar que la de Euskaltel ha sido una trayectoria que ha sabido sortear desafíos y aprovechar oportunidades. Desde su nacimiento en los 90 con la complicada misión de desplegar redes que rompieran el monopolio de las telecomunicaciones, hasta ser absolutamente pioneros en la migración completa a fibra óptica y la cobertura del 5G, lograda en 2023, esta compañía ha demostrado su capacidad para anticiparse a las demandas tecnológicas de cada era. De hecho, uno de sus hitos más relevantes fue convertirse en la primera compañía en ofrecer servicios convergentes a sus clientes (televisión, fijo, móvil…) cuando el teléfono móvil irrumpió en nuestras vidas para reconfigurar el mundo que conocíamos hasta ese momento.

Además, Euskaltel se ha caracterizado por llevar a cabo un gran esfuerzo inversor en el territorio: desde la relevante inversión continuada que la compañía materializó durante sus primeros años para lograr su consolidación, hasta la época actual, esta apuesta ha acompañado a todos y cada uno de los cambios en su composición societaria, que no han sido pocos. Lo que ha permanecido invariable ha sido precisamente el compromiso de la compañía naranja con Euskadi.

En el momento actual, con el respaldo de MASORANGE, la inversión anunciada de 200 millones de euros hasta 2027 no es solo un número en el balance de la empresa; es una promesa de optimización y expansión de las redes que conectan a Euskadi con el mundo y una clara apuesta por la innovación. Y es que no podemos pasar por alto el papel de Euskaltel como dinamizador de la economía vasca. Su presencia no solo ha mejorado la competitividad tecnológica, sino que ha actuado como un auténtico motor económico.

Empresas locales, instituciones y organismos vascos encuentran en Euskaltel un aliado indispensable para su digitalización y acompañamiento tecnológico personalizado, lo que es evidente en proyectos tan innovadores como BasqueCCAM, referente en movilidad autónoma y conectada; o la participación como socio en el centro de datos Atlantic Data Infrastructure, ADI, que permitirá a las empresas e instituciones acceder a servicios de datos avanzados con los máximos estándares de seguridad y sostenibilidad.

Además, el respaldo de un grupo como MASORANGE permite a Euskaltel diversificar su oferta tecnológica para empresas, fortaleciendo áreas estratégicas como la inteligencia artificial, la ciberseguridad, el Internet de las Cosas (IoT) y los servicios en la nube. Este desarrollo de tecnologías de valor añadido consolida la apuesta de la compañía por mantener su propuesta diferencial en un mercado tan competitivo como el de las telecomunicaciones. A esto hay que sumar la apuesta de MASORANGE por Euskaltel y por Euskadi tras anunciar la puesta en marcha su centro de I+D que tendrá su sede aquí y ejercerá como palanca de innovación desde Euskadi para todo el grupo.

Así, en el caso de Euskaltel, los saltos entendidos como cambios han sido parte fundamental de nuestro éxito. No se trata solo de mantenerse en pie, sino de saber cuándo y cómo moverse, impulsando un desarrollo que no solo beneficia a la empresa, sino también al entorno socioeconómico de Euskadi.