Aunque los riesgos tradicionales de seguridad en el trabajo se abordan ampliamente en Europa, los vinculados a salud y los psicosociales no están tan bien gestionados. Así lo destaca el informe sobre riesgos nuevos y emergentes (Esener-2), publicado por la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, EU-OSHA, que próximamente hará pública su nueva campaña 2018-2019, enfocada en los riesgos que representan las sustancias peligrosas en el lugar de trabajo y en promover una cultura de la prevención.

Y es que según estimaciones recientes, las enfermedades relacionadas con el trabajo suponen alrededor de 200.000 muertes al año en Europa y los problemas de salud y las lesiones relacionadas con el medio laboral representan un coste de 476.000 millones al año, cantidad que podría ahorrarse con estrategias, políticas y prácticas adecuadas. Según el informe, la existencia de un fuerte compromiso de los directivos, de una potente representación de los trabajadores y de los recursos financieros y humanos disponibles, marcan la diferencia significativa en la implementación de buenas prácticas en las empresas.