Eroski trabajará para reducir su deuda entre 300 y 400 millones en cinco años

El presidente, Agustín Markaide, asegura que el Grupo está equilibrado en dimensión

Agustín Markaide, presidente del Grupo Eroski, durante su intervención en el ‘Fórum Europa’.

El Grupo Eroski se ha marcado como objetivo reducir la deuda entre 300 y 400 millones en cinco años. Tras el esfuerzo de dejarla en la mitad en los últimos ocho ejercicios, quiere llegar a 2022 con un máximo de 2.000 millones de los cerca de 5.000 que tenía en 2009.

El plan, anunciado por el presidente del Grupo Eroski, Agustín Markaide, en una intervención en el ciclo de conferencias ‘Fórum Europa. Tribuna Euskadi’, en Bilbao, no va a impedir que la cooperativa de consumo afronte una expansión. De hecho, quiere abrir 70 tiendas propias de tamaño mediano y pequeño en cuatro años en la zona norte, -Baleares, Cataluña, País Vasco, Navarra, Asturias y Galicia-, además de entre 80 y 100 tiendas franquiciadas al año en el resto del Estado.
En las comunidades del norte reside el 40% de la población española y Eroski ha detectado un mayor poder adquisitivo. Pero sobre todo ha pesado en la decisión, el índice de penetración de Eroski en esa zona es del 18%. Esta operación de apertura de superficies se llevará a cabo a un ritmo de inversión del 2% sobre ventas. En este punto ha precisado que las marcas propias representan el 32% de las ventas.
Sobre la operación de adquisición de Caprabo en Cataluña por parte de la cooperativa vasca, Markaide afirmó que su compra “no fue una decisión equivocada” y achacó los malos resultados a la irrupción de la crisis meses después de la operación. “Coincidía con nuestra estrategia de expansión y fue una buena compra. Fue la crisis la que limitó la capacidad de rentabilización”, dijo.

Eroski abrirá 70 tiendas propias de tamaño

mediano y pequeño en la zona norte

en cuatro años

Además, quiso puntualizar que el volumen de deuda de la cooperativa “no tiene que ver exclusivamente con la adquisición de Caprabo sino con una política de expansión que no fue bendecida después con la evolución del mercado”. Asimismo, afirmó que la alianza con Consum, “no fue una equivocación”, pero aseguró que, con el tiempo, se “fragilizó”, dando fin a la relación. En este sentido, Agustín Markaide se mostró partidario de tejer nuevas alianzas con empresas con intereses comunes, “para ser más fuertes y más rápidos”.
Diferenciación
Respecto de la dimensión actual del grupo, el presidente de Eroski aseguró que está bien equilibrado en dimensión para afrontar una estrategia basada en la diferenciación y la competitividad.
Entre los principales retos que tiene el segmento de distribución alimentaria, está la mejora de la comunicación con los clientes. “Debemos comunicar más, el lenguaje clásico de las empresas no sirve ya que es vacío, lejano y sin compromiso. Necesitamos nuevos mensajes directos, sencillos y sinceros”, dijo. Además, Markaide apuntó a la salud a través de la alimentación como dos ideas de importancia creciente y cada vez más unidas.
El grupo Eroski, con una plantilla de 33.000 trabajadores, comercializa un 32% de marcas propias y cerró el pasado ejercicio 2016 con una facturación de 6.000 millones de euros.

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