Cuatro empresas vascas han viajado a Irán con el fin de sondear nuevas posibilidades de mercado si, como se espera, se levantan las sanciones económicas sobre aquel país.

Irán cuenta con una destacada industria propia, pero obsoleta y muy necesitada de componentes y tecnología. Este hecho generó en el pasado numerosas oportunidades de negocio para las empresas vascas, pero en los últimos años las relaciones comerciales se han visto afectadas gravemente por las sanciones impuestas por la comunidad internacional. La llegada en 2013 de un nuevo presidente, con un talante más conciliador que su predecesor, ha facilitado la apertura de un proceso negociador que podría llevar a levantar estas sanciones y al restablecimiento de las relaciones económicas con occidente, en estos momentos prácticamente inexistentes.

Ante estas expectativas, cuatro empresas vascas han viajado a aquel país, en una delegación comercial organizada por las Cámaras Vascas y el Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno vasco. En los últimos dos años, las importaciones vascas de petróleo iraní han pasado de 1.425 millones a prácticamente cero en 2013. Y en cuanto a las exportaciones, la caída ha sido del 80%, pasando de unas ventas de 166 millones en 2011, a 35 en 2013. Un eventual acuerdo tendría como efecto la apertura de nuevo de la venta de petróleo, la principal fuente de ingresos, así como la entrada de equipamientos y tecnología para modernizar el país.