La industria siderúrgica, principal consumidor de energía eléctrica, necesita disponer de un suministro eléctrico a un precio estable y predecible, tan competitivo como el de los países de su entorno. Esta es una reclamación histórica que se mantiene, además, por lo que supone de falta de competitividad con el entorno europeo. Durante 2017, el mercado mayorista de electricidad alemán fue de media 13,8 €/MWh más barato que el español. Es por ello que Unesid, la patronal siderúrgica considera que es posible y necesario adoptar medidas destinadas a evitar esta diferencia.
Además, en este ámbito energético, un grupo de empresas como Sidenor (País Vasco), Grupo Gallardo Balboa (Extremadura), y Siderúrgica Sevillana (Andalucía) recurrían el pasado mes de abril ante del Tribunal Supremo la nueva Orden Ministerial que regula la próxima subasta de interrumpibilidad, por considerar que se trata de un mecanismo no competitivo, que se ha ajustado sólo en beneficio de unos pocos. Esta regulación daña seriamente los intereses de las siderúrgicas denunciantes que, fabricando los mismos productos, no pueden competir con industrias del mismo sector que estarán incentivadas por este servicio de interrumpibilidad.
Economía circular
Cabe recordar también que el sector siderúrgico español es un actor relevante en la lucha contra el cambio climático. Unesid como asociación, e individualmente todos sus asociados, firmaron en 2017 el Pacto por una Economía Circular. El acero es un material que puede reciclarse permanentemente sin que pierda calidad o propiedades físicas. En el Estado se reciclaron 11 millones de toneladas en 2017, un 6% más que en el año anterior.