El sector augura un buen año y se prepara para dar otro salto cualitativo
La automoción vasca, que facturó 16.454 millones en 2016, mira a mercados emergentes
- Estrategia Empresarial
- 06-Noviembre-2017
La industria vasca de automoción facturó en 2016 casi un 10% más que el año anterior.
La industria vasca de automoción se encuentra en un buen momento, con fuerzas y capacidad para crecer y desarrollarse. Por eso se prepara para abordar nuevos mercados en Asia y para hacer frente a la transformación de su modelo productivo y de gestión.
El sector vasco de automoción, que cerró 2016 superando las previsiones de facturación y alcanzando los 16.454 millones de euros, un 9,7% más que en el ejercicio anterior, confía en lograr este año una cifra de negocio superior a los 17.000 millones; es decir, un crecimiento del 3,5%, en su estimación más moderada, según el Clúster de Automoción del País Vasco, Acicae, que tiene presentes las fluctuaciones de los mercados. Y la cifra no contempla el peso específico de Mercedes Vitoria.Los buenos resultados del pasado ejercicio –impulsados por la mejora de las perspectivas económicas internacionales, el crecimiento de la venta de vehículos y la buena marcha del sector a nivel mundial– también tuvieron repercusión en el empleo, con un significativo aumento de 1.436 personas, un 3,9% más que en 2015, hasta alcanzar un total de 38.019 personas solo en Euskadi. A eso hay que sumarle más de 40.000 personas que trabajan fuera del País Vasco para las 300 empresas que componen Acicae.
El propio presidente del clúster, José Esmoris, reconoce que el sector “pasa por un momento de crecimiento a nivel mundial que estamos aprovechando para ser más competitivos y ganar cuota de mercado. A eso hay que sumarle nuestro grado de diversificación de clientes, productos y mercados, y el nivel de externalización cada vez mayor del sector”.
Nuevos desafíos
En este contexto positivo, Acicae y sus socios miran al futuro y se preparan para dar “otro salto cualitativo”, según José Esmoris, y llegar a zonas geográficas con posibilidades de crecimiento a las que todavía no han llegado, como Japón y los países de la Asean (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), como Malasia, Corea Singapur y Tailandia. El objetivo es estar listos para la externacionalización que se va a dar en los grandes fabricantes, lo cual aumentará las posibilidades de negocio.
La facturación del sector vasco de automoción
representa el 24% del PIB del País Vasco y
supone casi el 20% del total del sector de
componentes de automoción en España
Este no es, sin embargo, el único reto de la industria vasca de automoción que, como la del resto del Estado, afronta la transformación de su modelo de negocio hacia los preceptos de la industria 4.0. Un desafío que implica, entre otros aspectos, incrementar el uso de las nuevas tecnologías y el análisis de los datos para generar soluciones predictivas.
El de automoción es un sector estratégico en la economía vasca. Factura en torno a 16.500 millones de euros anuales (más del 20% de la facturación del sector español), de los que exporta el 90%; además, la mitad de su negocio se genera fuera de Europa. El 60% de las ventas de las empresas del sector en Euskadi va a los constructores de vehículos y el 38%, a los proveedores de primer nivel, quedando sólo el 2% para el mundo del recambio.
En la actualidad, el sector vasco representa el 24% del PIB del País Vasco y dedica el 2,7% de su facturación a I+D+i, ascendiendo hasta el 7% en caso de los grupos empresariales.
El de automoción es un sector estratégico en la economía vasca. Factura en torno a 16.500 millones de euros anuales (más del 20% de la facturación del sector español), de los que exporta el 90%; además, la mitad de su negocio se genera fuera de Europa. El 60% de las ventas de las empresas del sector en Euskadi va a los constructores de vehículos y el 38%, a los proveedores de primer nivel, quedando sólo el 2% para el mundo del recambio.
En la actualidad, el sector vasco representa el 24% del PIB del País Vasco y dedica el 2,7% de su facturación a I+D+i, ascendiendo hasta el 7% en caso de los grupos empresariales.