La Diputación Foral de Álava, la Unión de Agricultores y Ganaderos de Álava (UAGA) y el Servicio Vasco de Empleo, Lanbide, se han aliado para dar respuesta a la acuciante necesidad de trabajadores temporeros, de cara al inicio de varias campañas de trabajo en el sector agrícola alavés.
La idea surgió ante el cierre de fronteras y las limitaciones de movimiento provocadas por el Covid-19 que han provocado que los agricultores alaveses no vayan a poder contar con su mano de obra habitual. Para hacer frente a ello, la Diputación, UAGA y Lanbide ya están ultimando poner en marcha un proceso de selección entre las personas del entorno más cercano. Hasta ahora, muchos de los trabajadores que llegaban a Rioja Alavesa eran contratados en origen en países como Marruecos y UAGA ejercía como principal proveedor de temporeros con una media anual de 300 personas por campaña. En esta ocasión, por las complicaciones para la contratación directa, se prevé que serán necesarias más de 500.

Así, los tres agentes implicados buscan captar trabajadores locales de la mano de Lanbide y con ello, evitar grandes desplazamientos de temporeros. Cabe recordar que en este momento, se permite compatibilizar la prestación por desempleo o demás ayudas sociales o laborales como la RGI con el desempeño de tareas agrarias.

Poda verde
Rioja Alavesa, y otras comarcas del territorio, como Aiala, afrontan durante las próximas semanas las labores de poda verde, unos trabajos que habitualmente se llevan a cabo con grupos de jornaleros profesionales que se mueven por el Estado y por países limítrofes de campaña en campaña. Se trata de una fase clave en el proceso de la vid, que favorece la sanidad, la aireación e insolación y, en consecuencia, la óptima maduración de los racimos y, por tanto, la calidad de la uva.
Por otro lado, la Diputación alavesa está trabajando con el sector agrícola para ofrecer nuevas vías de distribución y comercialización a los productores locales.