El Gobierno central acaba de aprobar el proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (Perte) del sector agroalimentario. que apoyará su crecimiento económico sostenible, su digitalización y la cohesión territorial. Este Perte va dirigido a la cadena agroalimentaria para, junto a otras medidas como el Plan Estratégico de la PAC y el Plan de Recuperación, dotarla de la financiación y las herramientas necesarias para afrontar los retos medioambientales, digitales, sociales y económicos de la próxima década.
Con una aportación de un 10% al Producto Interior Bruto (PIB) del sector agroalimentario, el Perte contará con una inversión pública de unos 1.000 millones de euros hasta 2023 y tendrá un impacto mínimo de 3.000 millones de euros en la contabilidad española, estimándose además una creación neta de hasta 16.000 empleos, según ha informado el Ministerio. A esta cantidad será necesario añadir los efectos positivos sobre el conjunto de la economía derivados de la creación de nuevos modelos y oportunidades de negocio, las nuevas oportunidades laborales generadas por las actuaciones ligadas al Perte, así como los ahorros generados en el tejido productivo, las economías domésticas y los presupuestos públicos.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, contextualizó este Perte dentro de la estrategia global de la política del Gobierno con relación al sector agroalimentario y destacó que junto a la Política Agraria Común (PAC), el Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia y el Fondo Europeo Marítimo de la Pesca y la Acuicultura suman más de 50.000 millones. “Suponen la cifra de inyección de fondos públicos más alta que se haya producido jamás en el sector”, insistió Planas, quien destacó también que este sector tiene además una “gran significación social, territorial y ambiental”.