El museo Guggenheim inaugura una retrospectiva de Pello Irazu

Lucía Agirre, comisaria; Ibone Bengoetxea, diputada Foral de Administración Pública y Relaciones Institucionales; Bingen Zupiria, consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno vasco; Pello Irazu, artista; y Juan Ignacio Vidarte, director del Museo Guggenheim Bilbao.

El Museo Guggenheim Bilbao acaba de inaugurar ‘Pello Irazu. Panorama’, un análisis de 30 años de trayectoria de uno de los protagonistas de la renovación de la escultura vasca y española contemporánea, que permanecerá abierta hasta finales de junio.

Compuesta por más de un centenar de obras, ‘Pello Irazu. Panorama’ se articula mediante un dispositivo conceptual y físico diseñado por el artista, que recoge algunos de los hitos y piezas más significativas de su carrera. La intención es crear un tipo de mirada simultánea en donde pasado y futuro acaban reencontrándose, reactualizándose, en un presente continuo.
Los muros de la galería 105 del museo contribuyen a crear una obra envolvente que hace partícipe de la misma al espectador y le invita a reflexionar en torno al lenguaje escultórico.
Pello Irazu es una figura clave en el panorama artístico contemporáneo que ha desarrollado una obra coherente desde los años ochenta, alternando la escultura en su espectro más amplio —desde propuestas tridimensionales de pequeño tamaño hasta instalaciones colosales, pasando por híbridos objetuales— con fotografías, dibujos y pinturas murales. Independientemente de la disciplina empleada, su trabajo aborda de una manera exhaustiva los problemas que se suscitan en las múltiples relaciones entre nuestros cuerpos, los objetos, las imágenes y los espacios.
Estructura de la muestra
El diseño de la instalación se articula mediante un dispositivo conceptual y físico ideado por el propio artista que recoge alguna de las piezas e hitos más significativos de su carrera. A partir de un gran pasillo que ocupa diagonalmente la zona central de la sala, y de manera circular, se organizan diferentes áreas que albergan diferentes obras.
El recorrido se plantea como una experiencia espacial compleja en la que el visitante podrá escoger en todo momento entre diferentes itinerarios, más o menos lineales. El espacio-pasillo central contiene un desarrollo cronológico de los trabajos sobre papel más significativos de Irazu, así como una pintura mural realizada para la ocasión que ilustra la evolución de sus dibujos, collages y pinturas, mientras que las áreas periféricas albergan sus trabajos escultóricos y fotográficos.
La obra de Irazu aborda todo el rango posible de formatos y técnicas, que van desde el apunte diminuto hasta el gran formato, empleando desde el lápiz y la acuarela hasta el papel pintado, la cinta adhesiva o impresiones de todo tipo. La exposición también permite descubrir diferentes formas de expresión plástica, como la figurativa, la geométrica, la documental o la gestual.

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