El lehendakari, Iñigo Urkullu, acompañado de la vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, ha inaugurado el XXIII Congreso Internacional de la ORP, organizado por la Fundación Internacional ORP con la colaboración de Osalan —Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales—, y el Gobierno vasco, en el Palacio Euskalduna de Bilbao. 

Este Congreso Internacional de la ORP, celebrado entre los días 26 y 28 de abril,  es un foro para tratar de aproximar ideas sobre Seguridad y Salud en el Trabajo, Empresa Saludable, Organización del Trabajo, exigencias y límites de los requerimientos laborales, Cultura Empresarial, y tratar, de buscar soluciones para mejorar las condiciones de trabajo; reflexionar sobre el impacto de la transición entre realidad virtual y física; debatir sobre las desigualdades de género; analizar los límites de la privacidad en el trabajo; aplicar los nuevos aportes de la ciencia básica a la Seguridad y Salud en el Trabajo.

En el acto de apertura, el lehendakari ha apostado por integrar vida personal y laboral superando la barrera entre estas dos dimensiones que forman parte de una misma vida. “Deben ir de la mano. Tratando siempre de buscar la complementariedad entre ambas. Juntas nos aportan una vida más plena. Cuanto más felices seamos en el trabajo, cuanto más disfrutemos de nuestra profesión, más disfrutaremos de la vida en general. Por supuesto, ganaremos en salud y calidad de vida”, ha señalado. En este sentido, ha puesto en valor la “cultura del esfuerzo”, a la que debemos, en su opinión, integrar también el objetivo de “disfrutar con nuestra profesión”, puesto que este sumatorio redundará en una mayor calidad de vida y bienestar, personal y colectiva.

Iñigo Urkullu también ha aprovechado la oportunidad para referirse a la Estrategia vasca de Seguridad y Salud en el Trabajo 2026, Estrategia que plantea un cambio radical en la manera de afrontar el futuro, incluyendo las perspectivas de la edad, el género o los riesgos psicosociales, entre otras. El Lehendakari ha resaltado el principal objetivo: lograr que la salud, en su sentido más completo, esté garantizada; que el bienestar de la persona trabajadora sea el punto de partida de una vida plena. “Si lo logramos, todas y todos salimos ganando: las y los trabajadores, en primer lugar, y, también, cómo no, las propias empresas. La inversión en bienestar mejora la implicación y participación de las personas en cada proyecto empresarial”, ha subrayado.