El nivel de riesgo es para el inversor vasco el factor más determinante a la hora de elegir un producto financiero, por delante de la rentabilidad, la liquidez y la comprensión del propio producto, mientras que la fiscalidad se sitúa en última posición. Así se desprende de una reciente encuesta publicada por EFPA España (Asociación Europea de Asesores Financieros). La misma revela que, con todo, la crisis económica ha supuesto para muchos ahorradores un importante cambio de hábitos con respecto a la gestión de sus finanzas.
Así, un 93% de los encuestados reconoce que se preocupa ahora más que antes de los productos financieros que contrata; ocho de cada diez invierte según los consejos de su planificador financiero y más de la mitad se han vuelto más conservadores por lo que a las inversiones se refiere.
Asesorar el riesgo
La encuesta destaca también ese 19% de ahorradores que hoy se muestra mucho más agresivo en su política de gestión financiera, algo impensable un año antes. “Este cambio de percepción se debe, sin duda, a la mejora de la situación económica y a la necesidad de aumentar riesgo para mantener la rentabilidad en un entorno de tipos bajos como el actual”, señalan desde la Asociación.
A mayor riesgo de las operaciones que se deciden, mayor es la importancia de contar con un buen asesor o planificador financiero. Tanto si se trata de profesionales independientes como si son gestores de las entidades bancarias, estos expertos deben contar con la debida formación que acredite sus conocimientos de manera que puedan ofrecer al inversor toda la información inherente al producto que va a comprar, haciéndola comprensible en toda su extensión.