El Ente Vasco de la Energía (EVE), agencia energética del Gobierno vasco dependiente del Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad, ha puesto en marcha, hasta septiembre, once programas de ayuda para apoyar inversiones y proyectos de ahorro energético y energías renovables.

La primera fase de estos programas se ha publicado ya en el Boletín Oficial del País Vasco y las ayudas se han orientado a sectores de actividad estratégicos con gran potencial de ahorro y capacidad para implementar fuentes de energía más limpias como las renovables, de forma que cada uno de ellos contará con medidas de apoyo específicas. Asimismo, en el ámbito doméstico se reeditarán los ‘planes renove’ de ventanas y electrodomésticos. El conjunto del programa cuenta con una dotación de 12 millones de euros y se espera alcanzar un ahorro equiparable al 0,6% de la demanda energética de Euskadi.
Las ayudas están orientadas a apoyar sectores de actividad específicos como la industria, el transporte, las Administraciones Públicas y el sector terciario. Se trata de actividades estratégicas por su aportación a la economía vasca y su nivel de consumo energético que, al mismo tiempo, presentan un amplio margen de mejora. Así, se prevé apoyar con ayudas la implantación de tecnologías de especial interés dada su elevada eficiencia así como por su contribución al uso de energías más limpias que minimicen el consumo de fuentes fósiles importadas.
Estos programas son complementarios a las ayudas que vaya a conceder el Idae (a través del Ministerio de Industria, Energía y Turismo) aunque en el caso vasco, las ayudas abarcan un abanico de actuación más amplio.

Industria y transportes
La industria es un sector prioritario y cuenta con la mayor dotación presupuestaria. Un total de tres millones para la implantación de medidas en eficiencia energética que abarcan la renovación de equipos, la rehabilitación energética de los edificios industriales, la puesta en marcha de cogeneraciones así como la realización de auditorías integrales y la implantación de sistemas de gestión energética basados en normas ISO.
El transporte y el sector de servicios cuentan con una dotación conjunta de tres millones. El primero contará con un millón para una amplia gama de actuaciones encaminadas a una reducción del consumo de carburantes de origen fósil en el transporte. Recibirá ayuda la adquisición de vehículos (turismos, profesionales, transporte pesado) que utilicen energía eléctrica o combustibles alternativos, la implantación de infraestructuras de recarga para todos, así como la realización de planes para una mejor gestión de flotas y actuaciones piloto. También se promoverá el uso de la bicicleta como medio de transporte en los núcleos urbanos.
En cuanto al sector terciario, contará con dos millones para la eficiencia energética de instalaciones y edificios, la implantación de cogeneraciones y la realización de auditorías energéticas. Al igual que la industria, recibirán apoyo las instalaciones solares térmicas y las geotérmicas.

Actuaciones estratégicas
Mención especial merecen las ayudas a tecnologías que, sin estar englobadas en ningún sector concreto, son consideradas estratégicas y cuentan con partidas presupuestarias propias. Entre ellas destaca el apoyo específico a las instalaciones para el aprovechamiento de la energía renovable de la biomasa. Concretamente se apoyará con 750.000 euros la instalación de calderas de biomasa para agua caliente y calefacción.
La misma cuantía será destinada a apoyar actuaciones mediante la fórmula de contratos de Empresas de Servicios Energéticos. Asimismo, las renovables emergentes tienen un papel fundamental, por lo que las energías marinas tendrán 500.000 euros para apoyar las inversiones para la demostración y valoración de nuevas tecnologías.