EDE Ingenieros afronta un periodo de cambios, entre los que se cuentan su mudanza a Bilbao, el reposicionamiento operativo y el incremento de proyectos energéticos.

Tras un análisis de la situación de la empresa y un proceso de maduración, la consultora industrial y energética EDE Ingenieros ha trasladado sus oficinas a Bilbao, donde “estamos más cerca de los centros de decisiones empresariales y nuestra proyección es más acorde a nuestro posicionamiento”, argumenta el gerente de la entidad, Francisco Javier Reche.
El traslado supone “una vuelta a los orígenes, pero sobre todo mayor cercanía a nuestros clientes y mejor operatividad y capacidad para realizar mejoras organizativas y de procesos”, explica. De hecho, recientemente la firma culminaba su reposicionamiento como ingeniería integradora de instalaciones industriales, “una clara demanda del mercado”, que ha aprovechado dada su especialización técnica y “una visión global para asesorarles en todo el proceso”.
Por otro lado, la compañía está creciendo también en el área de la consultoría energética. “La situación global actual ha propiciado este aumento de demanda -dice-. Estamos en una situación de importantes cambios y desarrollos tecnológicos, como la bomba de calor o el hidrógeno, por ejemplo”, señala. Todos estos cambios están propiciando que las empresas industriales “revisen sus instalaciones, las cuestionen y se planteen cómo adecuarse a todas estas demandas medioambientales”.

El pasado año aumentó un 8% su facturación y espera un mayor crecimiento en 2022

En este sentido, los proyectos que desarrolla EDE Ingenieros en el ámbito energético se basan en la realización de análisis de aprovechamiento de energías residuales, de instalaciones de energías renovables, cumplimiento de normativas o planes de acción de descarbonización, por ejemplo. Así, entre sus actuaciones recientes destacables en el ámbito energético se encuentran “un proyecto para la utilización de hidrógeno en una caldera de generación de vapor, un plan energético municipal –para una localidad vizcaína– que incluye un ‘district heating’ con una caldera de biomasa o el diseño y la definición de un proyecto de electrolineras a nivel nacional”, entre otros, enumera Reche.  
Con todo, además de haber adquirido “mucha experiencia en el sector químico en los últimos años”, los ejes de actuación de la compañía contemplan la rentabilización de los proyectos, implementación de nuevas herramientas tecnológicas, y crecimiento del equipo en un 10% (son 16 personas) para dar salida a la creciente demanda. De esta forma, la firma espera “seguir en la línea de 2021, un buen año que ha mantenido la tendencia prepandemia, con un incremento de la facturación de un 8%”, afirma, siendo su previsión superar esta cifra en 2022.