Continúa el goteo de grandes industrias que retoman su actividad

Imagen del taller de montaje de Volkswagen Navarra.

Varias empresas de automoción del País Vasco y Navarra continúan reactivando la actividad, aunque en algunos casos, sea de manera tímida, con menos personas o reduciendo los turnos habituales. En líneas generales, al margen de las especificidades de cada sector, la actividad se sitúa entre un 20% y un 25%. Por ejemplo, el reinicio de la actividad en el área industrial de Mondragon está siendo débil, ya que gran parte del negocio industrial de la corporación está orientado al sector de automoción, que todavía está ‘al ralentí’ en muchos países, particularmente en Europa, con muchas plantas de fabricantes todavía cerradas ante la incertidumbre futura. Tras suspender la fabricación el 15 de marzo por la crisis del Covid-19, Volkswagen Navarra retomó la actividad productiva el 27 de abril con un turno de trabajo y con todas las medidas de prevención y seguridad indicadas por las autoridades sanitarias para el regreso gradual a la producción. En conjunto trabajaron 1.600 empleados. La planta de Mercedes Benz de Vitoria reanudó ese día con un único turno su actividad, parada desde el 16 de marzo de manera paulatina. Acudió un tercio de su plantilla (1.800 sobre el total de unos 5.000) para implementar los protocolos de seguridad y reiniciar la actividad.

El reinicio de la actividad empresarial
fue débil en varias plantas

La empresa de neumáticos Michelin, con sus fábricas de Vitoria y Lasarte, volvió al trabajo el 14 de abril, pero al 25 %. La guipuzcoana Irizar regresó ese mismo día con solo una línea de producción. Su intención es volver de manera completa a partir del 20 de mayo. En la segunda quincena de abril retomaron su actividad empresas, como ITP?Aero, Tubacex, Tubos Reunidos, CAF, Aernnova y Bridgestone, entre otras muchas. El Covid-19 está creando una crisis sin precedentes que afecta muy directamente a la industria aeroespacial europea y también vasca, donde flotas de aviones enteras se han reducido por la caída de la demanda. A ello se ha sumado que el tráfico aéreo en Europa ha disminuido hasta casi el 90% y a nivel global se ha producido un desplome de la operación aérea en todo el mundo y a todos los niveles.

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