CIE Automotive culminó los primeros nueve meses de 2021 con una facturación de 2.456,7 millones de euros, un 23% más que en el mismo periodo de 2020, y logró un beneficio neto de 206,1 millones, un 75% más.

Con estos resultados, la compañía se sitúa en niveles precovid, a pesar del impacto negativo del tipo de cambio y de que en los primeros nueve meses de 2021 se produjeran en torno a 10 millones de vehículos menos que en el mismo periodo de 2019. “Aún con todas las disfuncionalidades actuales del mercado, que están estresando las cadenas de suministros como nunca antes, nuestro compromiso con la generación de valor y con nuestros accionistas se mantiene intacto”, afirmó el consejero delegado de CIE Automotive, Jesús María Herrera. “Esto se manifiesta en la buena evolución del negocio, y en aspectos clave como el crecimiento del 26% (16,5 puntos por encima del mercado)”, insistió.
Plan Estratégico
La compañía proveedora global de componentes, conjuntos y subconjuntos para el mercado de la automoción presentó en noviembre su ‘Plan Estratégico ASG (Ambiental, Social y Gobernanza) 2025’, que tiene como objetivo dar pasos firmes en su compromiso con la responsabilidad corporativa y en su apuesta por la sostenibilidad. El documento está basado en cuatro líneas principales: la cultura CIE, el compromiso ético, la ecoeficiencia y la escucha activa.

Asimismo, CIE Automotive ha consolidado sus áreas de ingeniería y medioambiente, con el objetivo de seguir avanzando en el ecodiseño. El grupo ha integrado de forma definitiva el medio ambiente y el cambio climático en su modelo de negocio, tanto a nivel de desarrollo de producto como de producción, según anunció la empresa en un comunicado. Iñigo Loizaga, que era el responsable de la ingeniería de CIE Automotive, ha pasado a liderar conjuntamente los departamentos de ingeniería y medioambiente del grupo “en un nuevo rol que, sin duda, resultará clave en los próximos años”.
Pese a todas las incertidumbres que se ciernen sobre el sector de la automoción, el presidente de CIE Automotive, Antón Pradera, se mostró optimista, insistió en que 2022 será un año de “transición” y dijo que Euskadi parte con ventaja, al contar con “una larga tradición industrial, una economía diversificada y equilibrada y una política industrial activa de la administración”.