Cada vez hay más personas que deciden desarrollar su carrera profesional en otros países. De acuerdo a los resultados del estudio realizado por la aseguradora de salud Cigna a partir de 2.003 entrevistas online a empleados expatriados de entre 25 y 59 años, la mayoría (33%) buscaron un puesto que tuviese entre sus condiciones el traslado a otro país. Un porcentaje que sube en el caso de los destinados a Oriente Medio (44%) o Europa (35%).
A la hora de decidir marcharse, lo que más les atrajo fue la experiencia internacional que ganarían trabajando en el extranjero (74%), la posibilidad de mejorar su calidad de vida (71%) y la oportunidad de salir de la monotonía y vivir una nueva aventura (70%), tanto a nivel personal como laboral. De hecho, tres de cada cuatro empleados expatriados están felices con su vida actual en el extranjero, entre otras razones porque han mejorado sus perspectivas laborales (70%) y situación económica (63%) y, según reconocen, tienen acceso a una asistencia sanitaria de calidad (61%).
Puntos de mejora
Además de ello, el 82% reconoce que ha construido muy buenas relaciones laborales con los compañeros de trabajo y el 73%, con los supervisores. El 64% también afirma tener una carga de trabajo razonable y el 56% destaca la oportunidad de aprender más y crecer laboralmente. Unos datos que contrastan mucho si se comparan con la población trabajadora en general, con una percepción media diez puntos porcentuales inferior a la de estos empleados. Con todo, su índice de bienestar es peor que el de la población trabajadora general, con una puntuación de 61,5/100; es decir, 1,8 puntos menor a la de un empleado corriente.

Entre los aspectos a mejorar que se desprenden del resultado de la encuesta destacan la situación financiera de los expatriados, ya que menos de un tercio están satisfechos con su realidad. También son negativos en cuanto a sus finanzas futuras: solo el 13% siente que tiene suficiente dinero para la jubilación. Otro gran problema es el tiempo que se dedica a la familia, aspecto cuya evaluación es incluso inferior a la de la salud, con un 56,7/100. Y, concretamente, en este capítulo se reseña que el 40% de las empresas no proporcionan ningún beneficio médico.
Es más, el 15% de los encuestados no cuenta con ninguna cobertura sanitaria. Junto a ello, el estudio señala también factores como la inseguridad tanto física como laboral, dependiendo de la situación sociopolítica de su destino, la soledad y los problemas para socializar fuera del ámbito del trabajo.