En un contexto geopolítico como el actual que pone de manifiesto la elevada dependencia de Europa de materias primas externas, Euskadi desea aportar su granito de arena para revertir esta situación. Y lo pretende hacer gracias a un proyecto denominado Birplast, iniciativa que ha mejorado los procesos de reciclado termoquímico de residuos plásticos complejos, cubriendo además toda la cadena de valor desde el reciclado mismamente hasta la producción de nuevos productos y materias primas.

Conformado por un total de 11 socios -las empresas Petronor, Tradebe, Eiforsa, Global Factor, Fidegas, Robokide, Sbs, Sader, Trienekens y Zorroza Gestión, además del grupo de ingeniería y tecnología Sener, que ejerce como líder- y contando asimismo con la colaboración de tres miembros de la Red Vasca de Ciencia y Tecnología, -Gaiker, Tecnalia y Aclima, el clúster vasco de las empresas de medio ambiente, concretamente-, Birplast ha investigado procesos mejorados de reciclado químico, utilizando residuos plásticos de envases ligeros, vehículos fuera de uso (VFU), residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (los llamados RAEE) y plásticos agrícolas.

Más en concreto, el proyecto ha desarrollado pruebas de solvólisis de la fracción ligera de fragmentación; además de pirólisis para valorizar fracciones plásticas de residuos complejos, films y fracciones mixtas de envases ligeros provenientes del contenedor amarillo, así como residuos plásticos agrícolas, generando materias primas para la industria del plástico y precursores de combustibles. Birplast también ha servido para explorar vías de gasificación para, de esta forma, obtener compuestos como hidrógeno y metano que son adecuados para la síntesis química de nuevos productos y su uso como combustibles.

Finalmente, los técnicos de las empresas implicadas en la iniciativa han podido estudiar las tecnologías de solvólisis para residuos complejos de PU y PET con el objetivo de obtener los monómeros químicos aptos para la fabricación de nuevos productos.

La OCDE prevé un aumento en la generación de residuos plásticos que será de 1.014 millones de toneladas en 2060

Tanto los VFU como los RAEE o los plásticos agrícolas son dificultosos para su reciclado, ya sea por los problemas que plantea su composición y características o las dificultades que entraña su reutilización en comparación con otros materiales como el caso del papel, el vidrio o los metales. “Es, por tanto, un recurso potencial de materias primas que el estado del arte actual no permite aprovechar”, tal y como han apuntado desde Sener.

Más de 100.000 toneladas

Además de en el contexto mundial complicado -los últimos datos de PlasticsEurope apuntan a que la producción global de plásticos superó en 2022 los 400 millones de toneladas anuales, de los que 58,7 millones se generaron en Europa y un 8,3% se generó a partir de materiales reciclados mecánicamente y tan solo un 0,2% del total procedía del reciclado químico-, en la que la valorización de este tipo de residuos enfrenta actualmente a desafíos tanto tecnológicos como de mercado, en el caso concreto del País Vasco, más de 100.000 toneladas de materiales que actualmente terminan en depósitos controlados podrían valorizarse mediante los procesos de reciclado termoquímico, generando un valor estimado de 12,4 millones de euros al año.

Todo apunta a que, a menos de que se le ponga un límite, el uso del plástico aumentará exponencialmente en un futuro no muy lejano. Y es que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), vaticina un aumento continuo de este material, especialmente en sectores clave como la automoción, la construcción y los envases, que representan el 60% del consumo total. Este incremento también implica un aumento en la generación de residuos plásticos, que se estima se triplicarán de 353 millones de toneladas en 2019 a 1.014 millones de toneladas en 2060.

De hecho, ya se han comenzado a tomar algunas medidas para evitar la elevada dependencia de Europa de materias primas externas, como es el caso del plástico u otro tipo de materiales. Y lo han hecho subrayando la necesidad de fortalecer cadenas de valor industriales basadas en la economía circular, apostando asimismo por una sostenibilidad que va calando hondo en la ciudadanía y el tejido empresarial del Viejo Continente.

Este enfoque prioriza el reciclado y la valorización de residuos como fuentes estratégicas para la obtención de materias primas, un aspecto clave señalado en el informe Draghi que fue presentado por el expresidente del Banco Central Europeo y ex primer ministro italiano el pasado mes de septiembre de 2023 para impulsar una Unión Europea más competitiva. El texto señaló que la Unión Europea se enfrenta a tres transformaciones clave: acelerar la innovación y el crecimiento, continuar con la descarbonización y pasar a una economía circular al tiempo que se reduce los precios de la energía, y asegurar su seguridad en un contexto geopolítico menos estable.

Proyecto pionero que demuestra que es posible convertir un problema en una oportunidad, las innovaciones de Birplast tienen el potencial de transformar residuos plásticos complejos en recursos valiosos, contribuyendo a una economía más circular y sostenible. Además, se están realizando análisis de ciclo de vida y viabilidad económica de las soluciones propuestas, así como simulaciones de procesado industrial y estimaciones del potencial de generación y valorización de diferentes corrientes de residuos.

El proyecto Birplast, gestado y desarrollado en Euskadi, ha tenido el respaldo del programa de ayudas de apoyo a las I+D empresarial Hazitek 2022 del Gobierno vasco, orientado a promover proyectos de investigación y desarrollo en pymes y asociaciones de empresas vascas.