Dos años después del arranque del proyecto, Basquevolt avanza, según su CEO Francisco Carranza, “más rápido que cualquier otra empresa en el mundo”. Los grandes fabricantes podrán comenzar a probar en breve una tecnología cuyo objetivo es democratizar el coche eléctrico y contribuir a una descarbonización real.

La iniciativa que aspira a convertir a Euskadi en referente a nivel europeo en el desarrollo de baterías de litio en estado sólido celebró su segundo aniversario con la puesta en marcha oficial de su planta de prototipos (A-Sample Line), un nuevo paso adelante con la mirada puesta en 2027, cuando se pretende producir a gran escala celdas de batería con la meta de alcanzar los 10 GWh de capacidad. Pero, ante todo, complementa Carranza, “con la idea de reducir su precio un 30%” en aras de “contribuir a democratizar el coche eléctrico y así conseguir una descarbonización real y sostenible para todos”.

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La industria automovilística está muy pendiente de lo que puedan hacer estas celdas que los potenciales clientes podrán probar en los próximos meses, previo paso a fabricar las de 80 Ah, las que utiliza el vehículo eléctrico.

La nueva zona de prototipado en las instalaciones de Basquevolt en el campus de Vitoria del Parque Tecnológico de Euskadi completa, junto al laboratorio de I+D, que se inauguró el año pasado, el Basquevolt Innovation Center (CIB), el corazón tecnológico del proyecto. 4.500 m2 de producción, construidos en un tiempo récord de ocho meses, de cara a una fabricación de celdas en cuatro fases: producción del electrodo, ensamblaje, producción del electrolito y formación de la celda. Carranza destaca que, en estas cuatro fases, se encuentra “la producción de nuestro electrolito patentado que nos hace únicos dentro del sector”. 

Pendientes de la tecnología En estos dos primeros años de vida, Basquevolt ya es capaz de fabricar celdas de 20 Amperios/Hora (Ah), que es una cuarta parte de las baterías que utilizan los vehículos eléctricos y el objetivo, como explica el CEO del proyecto, es fabricar hacia finales de este año las de 80 Ah (las que usan los vehículos). En Miñano, de esta manera, están volcados en fabricar esas celdas de 20 Ah, que funcionen y enseñarlas. “Todos los grandes actores de la industria automovilística están muy pendientes de lo que es capaz de hacer esta celda”, tecnología que será mostrada a los potenciales clientes, los grandes fabricantes, que podrán probarla en los próximos meses. 

Esa visibilidad en el mercado y  ese posicionamiento ante potenciales clientes son clave en un trayecto en el que caminar de la mano de la industria es indispensable, ya que “cada fabricante de automóviles pide especificaciones diferentes en su batería”, señala Carranza. Demostrar que la celda de 20 Ah funciona será decisivo para ir “ganando en densidad energética hasta los 80 Ah” en este 2024 y para seguir dando pasos hacia el objetivo final que no es otro que el escalado a la fabricación industrial. 

Nuevos socios  Una vez que se demuestre que los prototipos funcionan, la construcción de la planta piloto de baterías, para la que se estima una inversión de 200 millones, sería el siguiente paso. “Cuando demostremos que los prototipos funcionan, según las necesidades de nuestros potenciales clientes, ampliaremos la maquinaria de producción”, asegura un Francisco Carranza que añade que, en ese punto, sería necesario “incorporar al accionariado un tipo de socio que, idealmente, no solo aporte inversión, sino que pueda ser nuestro cliente y tenga visión industrial y tecnológica. Esto nos ayudaría mucho a reducir el riesgo del escalado industrial”. En la actualidad el Gobierno vasco, Enagas, CIC energiGUNE, Iberdrola, CIE Automotive o EIT InnoEnergy forman parte del accionariado de la sociedad. 

Más de 80 profesionales de 16 nacionalidades  Un crecimiento que, de forma paralela, además, crea empleo de calidad. En el último año Basquevolt casi ha triplicado su plantilla que está formada por más de 80 profesionales de dieciséis nacionalidades, si bien “atraer al mejor talento del mundo es un reto”, asegura el CEO de la empresa, consciente de que deben ofrecer un “proyecto sólido, con propósito y en el que puedan desarrollarse profesional y humanamente”.