Arrancar el 10% del viñedo plantado en los últimos 10 años en el ámbito territorial de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja, más concretamente en zonas no aptas para su cultivo y sin vocación vitícola, es la principal medida estructural presentada y defendida por la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA) en el seno de la Comisión Técnica del Consejo Regulador de la denominación de la que forma parte.
Además de la medida de arranque parcial de viñedos, ABRA ha propuesto otras de carácter coyuntural entre las que se encuentran la destilación de 30 millones de litros y no permitir el vino de mesa porque, justifican, “producir millones de litros de vino sin origen como descalificados de Rioja, inundaría el mercado de vinos ‘exrioja’ compitiendo con los nuestros a precios más económicos, generando un daño irreparable”.
Este paquete de medidas ha sido trasladado por ABRA, que representa a cerca de 100 bodegas de Rioja Alavesa, “ante la situación de desequilibrio sectorial en Rioja, generada en gran medida por años consecutivos de toma de decisiones erróneas en el seno del Consejo Regulador de la DOC Rioja”. Sus responsables señalan que “países como Francia ya llevan tiempo implementando medidas similares a las que proponemos siendo que su situación de crisis es mucho menos grave”.