En tiempos tan líquidos como los actuales, en los que el esfuerzo y el compromiso colectivo queda supeditado, en muchas ocasiones, al bienestar personal, no está de más reconocer actuaciones y actividades que han servido para que nuestra sociedad goce de unos niveles de prosperidad y progreso como los actuales. El 40º aniversario de Confebask constituye una ocasión inmejorable para volver a destacar y reconocer el papel del empresariado en estos años. Unos tiempos muy difíciles, con ETA actuando, en los que las y los empresarios, con su empeño, sacaron adelante sus proyectos, generando riqueza y manteniendo la actividad, los puestos de trabajo y el arraigo. En las diferentes intervenciones escuchadas durante el acto conmemorativo, se apeló a su capacidad de adaptación, de flexibilidad, de compromiso y, sobre todo, de resistencia, como una de las características del empresariado vasco. Resistencia frente a las diferentes crisis que hemos vivido y frente al terrorismo. Pudo más la responsabilidad de los empresarios, su compromiso personal, la perseverancia y la tenacidad, que la cesión ante el miedo. Ahora, las circunstancias han cambiado totalmente y se avanza en la resiliencia. Como dijo el lehendakari: “Este país os necesita y os apoya”. Por eso, no está de más volver a incidir en el valor social de las empresas y de sus responsables.