La Directiva Marco del Agua (DMA) y otras directivas relacionadas con el agua han contribuido a reforzar la protección de las aguas de la Unión Europea. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer antes de que la calidad de todas las aguas a nivel global sea homogénea en los mismos estándares. En la actualidad, la provisión de este recurso vital y escaso no puede garantizarse al 100%, pudiendo materializarse las previsiones que sugieren que, en 2030, la demanda de agua podría ser un 40% mayor que la oferta disponible. La Directiva sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas (91/271/CEE) que entró en vigor en 1991, es una
El agua es, posiblemente, una de las áreas de actividad que más fácilmente se identifica con los principios y objetivos de la responsabilidad social, ya que constituye un recurso natural que, por su carácter de bien fundamental para la sociedad, contribuye tanto a su desarrollo como al mantenimiento de los estándares de calidad de vida. Abastecer de agua potable a la población, eliminar riesgos sanitarios a través del saneamiento, gestionar épocas de estrés hídrico y contribuir a alcanzar el buen estado ecológico de las masas de agua, constituyen el compromiso diario que mantenemos con la población de Bizkaia. Desde su constitución a final