Los fundadores de Lagun (1956) tuvieron claro desde el principio que su producto, las fresadoras, tenían su principal mercado en los países con elevado potencial industrial y con ese pensamiento, su espíritu emprendedor y una visión de negocio sin límites geográficos, dirigieron sus pasos a la conquista de los mercados exteriores. Los primeros pasos no fueron fáciles porque ni se tenía la facilidad de viajar que hoy existe, ni el conocimiento de los idiomas era equiparable al actual. “Unas máquinas técnicamente muy bien diseñadas, con unos estándares de calidad muy exigentes, siguiendo los patrones que marcaban los fabricantes británicos, a